miércoles, septiembre 27, 2006

Oaxaca: las posibilidades




Lo que sucede en Oaxaca es preocupante. El gobierno federal tiene pocas opciones (a estas alturas) de reacción; y no lo dudemos: se decidirán por la más torpe e impopular. El problema, según lo veo, es claro: el PAN, Fox (el gran traidor a la democracia), Felipe Calderón (el espurio y usurpador) y demás fuerzas políticas de derecha, están en una encrucijada. Por un lado tienen (que sería lo más honesto) la alternativa de la destitución del gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz. No es que ellos, el gobierno federal, lo destituyan, pero los senadores del PAN pueden hacer algo por ello; con esta salida resolverían una crisis de credibilidad y harían justicia a la población oaxaqueña que, en las pasadas elecciones estatales, no dio su voto al abanderado del PRI, pues éste llegó a través de un fraude (y éstas son las consecuencias). Pero no harán ello porque al PAN y a Calderón les interesa el apoyo del PRI (el cual, si se destituye a Ulises Ruiz, quedará despechado y no accederá a pasar las reformas “energéticas", es decir, no apoyará la venta de PEMEX ni de la CFE ni de Luz y Fuerza del Centro); además, con ello sentaría un precedente: se tumbará a un gobernador y se podrá, claro está, tumbar a un presidente.
La otra opción es la represión, el desalojo y la subsecuente violación a los derechos humanos y constitucionales. Esa pienso yo será la opción que tome Fox, el PAN y el PRI. Pero en este caso se levantará una indignación de dimensiones mayúsculas y se unirán el movimiento de inconformidad de Oaxaca y otros estados con el de resistencia civil pacífica encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Y ahí la pregunta obligada será: ¿acaso Calderón podrá tomar posesión de presidente en un país donde las movilizaciones (ya de por sí fuertes) rebasen la seguridad del dizque presidente electo? ¿Se la jugará Fox? Veremos que pasa en estos días. Por ahora, unas fotos de los oaxaqueños. Apoyémoslos, su lucha es justa y están dando todo de sí por un Oaxaca más igualitario.



lunes, septiembre 25, 2006

Lucha constante

Jorge Gómez Naredo
De dónde nacen tus labios
hacia dónde se dirigen;
cuáles son sus virtudes
tus defectos que los visten...;

estás sentada sin decir palabra
ojos cerrados, mirada clausurada
ahí te haces, te creas, sueñas
mueres y resucitas en rebeldía;

cuando una puerta se cierra
otra se abre
dicen por ahí los que saben:
pero puertas ya no existen
hace tiempo se mudaron
a otro país / nos dejaron;

levantas los brazos
gritas sollozando
¿acaso el fuego se apaga
cuando llega la primera lluvia?

No hay verdad más delincuente
que la verdad que no se sabe;
ni existe mentira más amorosa
que la dicha por tus labios;

por eso me pregunto siempre:

de dónde nacen tus labios
hacia dónde se dirigen;
cuáles son sus virtudes
tus defectos que los visten...

domingo, septiembre 24, 2006

Artículo El Occidental 24/09/2006

Periodismo comprometido: defensa de México

Jorge Gómez Naredo

Los medios de comunicación jugaron un papel preponderante en las pasadas elecciones. Muchas personas creyeron, demasiado ingenuas, que serían imparciales. Sin embargo, no fue así. Las televisoras, después del 2 de julio, declararon inexistente –en su realidad, una “realidad” que construyen con mentiras y pretenden transmitir a la población– cualquier indicio de fraude. Las secciones de opinión en los canales de televisión, en las radios y en buena parte de los periódicos gritaban, a los cuatro vientos, la “falta de pruebas” del fraude cometido. Es decir, para los medios de comunicación (con sus escasas pero dignas excepciones) las pasadas elecciones fueron “ejemplares” y, a quienes tuvieran inconformidades, los declararon inexistentes o, en su caso, fueron llamados maniáticos, locos o borregos, en un afán de descalificar todo levantamiento de voz opuesto a su “realidad”.
Eso pasó, muy a nuestro pesar, en buena parte de los periódicos jaliscienses. Para nadie es desconocido que la mayoría de los rotativos que circulan en la ciudad de Guadalajara congenian con la derecha. El ejemplo más esclarecedor es el diario Mural, plegado a los designios y a los intereses más intolerantes y reaccionarios de la capital jalisciense y del país. Pero no solamente eso es preocupante. Fuera de ideologías o de posturas (que son muy importantes), buena parte de los editorialistas que escriben en los diarios locales carecen de elementos de análisis y de crítica. La mayoría repite las mentiras y falsedades que dice la televisión; muchos han denostado movimientos sociales, personas, ideas y luchas por la democracia, sin base analítica alguna.
¿Por qué necesita un periodismo en Jalisco de mayor profundidad? ¿Por qué es preciso tener mejores reporteros y editorialistas? ¿Qué labor fundamental deben cumplir los medios de comunicación en nuestro estado? La información de los medios de comunicación en Jalisco debe acercarse a la imparcialidad y permitir hablar a todas las voces. No es posible que muchos diarios, radiodifusoras y televisiones locales nieguen la voz a uno de los movimientos sociales de mayor trascendencia en México, es decir, el surgido en la Convención Nacional Democrática. La censura o autocensura es mucha. La malicia para presentar las noticias y el desprecio por quienes luchan por una purificación de las instituciones, solamente demuestra discriminación, racismo e intolerancia de muchos medios de comunicación jaliscienses.
El periodismo es una tarea fundamental para concientizar a la población. Ahora más que nunca es un motor para detener los intereses antipatrióticos de la derecha neoliberal que representa Felipe Calderón. Ellos (el PAN, el Yunque y el empresariado corrupto) actuaron con irresponsabilidad pocas veces vista: iniciaron una guerra sucia que dividió aún más al país y fraguaron un fraude de amplias dimensiones para sentar en la silla presidencial a un individuo sin capacidades para gobernar. Van por todo: PEMEX, la CFE, Luz y Fuerza del Centro, la seguridad social, la educación pública, la ley laboral..., disfrazándolo de “reformas estructurales” y necesarias para el “crecimiento de México”. Es un engaño y por eso es fundamental la labor del periodismo crítico y profundo, de los editorialistas aguzados y analíticos; sin ellos, la sociedad quedará a la deriva y la propiedad estatal de los recursos naturales, las conquistas sociales y el bienestar igualitario de la población mexicana, será un sueño, una simple quimera. Por eso el periodismo en Jalisco debe ser comprometido y luchar por el análisis y no por la descalificación o la repetición de lo dicho allá, arriba, en las alturas del poder. Si ello no ocurre, se necesitará buscar nuevas formas de comunicación, alejadas de los medios tradicionales. Esa es la labor fundamental, desde ahora, del periodismo en Jalisco y, por supuesto, de la sociedad: exigir el derecho a la información veraz es una lucha de todos.

Una imagen interesante


Esta imagen me impresionó porque está muy bien hecha y se ve muy chida. Yo me pregunto cuándo, los seguidores (si es que tiene) de Felipe Calderón harán tantas imágenes, canciones, poemas y demás imaginativa en favor de él. No nos engañemos: la gente nunca votó por Calderón, sino en contra de AMLO, y aún así, tuvieron que cometer fraude.... ¿Cómo le hará para gobernar el presidente espurio sin apoyo social?

Artículo La Jornada Jalisco 24/09/2006

Los grandes empresarios

Jorge Gómez Naredo
jorge_naredo@yahoo.com

Ellos se juntan, hacen reuniones, deciden qué está bien y que no; tienen influencia y, a diferencia de la mayoría de los mexicanos, además de voto, poseen voz (y una voz muy fuerte, tanto que es mayor que el voto de millones). Se creen los dueños de este país, quienes realizan el “milagro” de la “economía boyante”; desde su perspectiva, sin ellos México no existiría: son los “empresarios”. Pero no el micro o mediano, que tiene su pequeño negocio y sufre para mantener su empresa a flote. No, ellos son los grandes, los “respetables”, los “encomiables” empresarios de “alto nivel”. Dirigen empresas transnacionales, tienen líneas aéreas, televisoras, radiodifusoras, embotelladoras, etcétera. Muchas veces practican el monopolio o duopolio. Ellos creen que son todo, la esencia del país, el motor de la esperanza; su visión del mundo es simple: “sin nosotros ustedes no son nada”.
Desde la instalación de gobiernos neoliberales en México, los empresarios han jugado un papel preponderante en la política mexicana. Se llevan con los gobernantes y hacen reuniones o fiestas opíparas, donde les indican qué va bien y qué no en la economía de la ciudad, el estado o el país. Muchas veces se han metido ellos mismos de representantes populares. El caso más elocuente es el de Vicente Fox. Pero en otras ocasiones prefieren mandar desde afuera: así no tienen la desventaja de ser atacados, de aparecer constantemente en los medios de comunicación y hacer rabietas por los manifestantes y la oposición.
Kamel Nacif es un ejemplo de esto, sin embargo no es el único ni el más importante y corrupto. Pese a ello, sus conversaciones con altos funcionarios son esclarecedoras y nos dan una idea de la podredumbre existente en los círculos empresariales y políticos: primero le pidió (le exigió) a un gobernador que intimidara, capturara y le “diera su merecido” a una periodista. Mario Marín siguió las órdenes al pie de la letra. Posteriormente Nacif habló con el senador Emilio Gamboa Patrón para saber cómo iban sus intereses, qué leyes se debían votar y cuáles no. El priísta lo trató con deferencia y le dijo sí a todo. La última conversación hecha pública fue con el ex-gobernador de Quintana Roo, Joaquín Hendricks, quien le pidió al empresario “apoyo” para promover el turismo del estado, ¿a cambio de qué? No lo sabemos: en este país la impunidad para los ricos es inmensa y la mayoría de los medios de comunicación (con honrosas excepciones) calla ante los actos de corrupción. Kamel Nacif no es el empresario más importante del país ni tiene los mejores “contactos” dentro de los funcionarios mexicanos, pero aún así ordena, hace y deshace. La pregunta es, ¿a quién representan los gobernantes?
Los “representantes populares” llegan a donde están por la “inversión” en las campañas electorales que hacen ciertos empresarios. Estos últimos, por ende, se creen con el poder de mandar y decidir el futuro de la nación. Los “gobernantes” así llegados tienen que pagar el favor y otorgar beneficios a aquellos que los financiaron. Esa es la lógica de la democracia mexicana y eso es lo defendido (las famosas “instituciones”) con ahínco y tesón por el PAN y el PRI: una simulación de democracia donde los intereses que cuentan son los de los empresarios que financian campañas electorales.
Hace unos días, quienes gastaron fuertes sumas de dinero en la campaña electoral de Felipe Calderón, se reunieron en un lujoso hotel de la ciudad de México para “diseñar el nuevo México”. Quieren privatizar los recursos energéticos y abolir cualquier conquista social. Ellos invirtieron en un mediocre individuo que no tiene carisma ni capacidad para gobernar, y lo llevaron alto a través de una campaña de miedo y de un fraude (apoyados, claro está, por su otro empleado, Vicente Fox). Ya perpetraron la estafa y desembolsaron grandes cantidades de dinero; ahora exigen su retribución: quieren todo y van por todo. A ellos no les interesa la democracia ni el pueblo ni la pobreza: buscan obtener más y más dispensas. Esa es su lógica y nadie los hará cambiar de opinión.
Por eso, en esta coyuntura, el movimiento que se ha desarrollado en torno a López Obrador es el único contrapeso a los poderes empresariales. La lucha se debe dar contra aquellos que invirtieron su dinero y que hoy reclaman privilegios. La defensa de los recursos naturales y las conquistas sociales (ganadas con tantas lágrimas y sangre) serán asuntos fundamentales en la Convención Nacional Democrática. Ellos, los de arriba, los que le ordenan a Felipe Calderón qué hacer y qué no, no descansarán para lograr sus pretensiones. Por eso, el pueblo necesita movilizarse, estar presente y atajarlos. Van más de veinte años de gobiernos neoliberales a ultranza y los resultados están a la vista de todos: desigualdad, pobreza, iniquidad. Es hora de decirles a estos dueños del dinero (racistas y discriminatorios) que no nos dejamos ni nos rajamos. Es hora de que allá, en las alturas de sus oficinas lujosas, sepan que podemos ser una nación viable sin ellos..., que lo intentaremos y, por qué no, lo lograremos.

sábado, septiembre 23, 2006

Carlos Marín, el intolerante

Carlos Marín ha pasado de la iniquidad a la intolerancia. Ayer en su pequeña columna en Milenio Diario (es director del rotativo) despotricó contra los manifestantes imaginativos que fueron a Televisa vestidos de blanco, exigiendo que la televisora mostrara todas las voces y no fuera parcial ni racista (quién en su sano juicio no criticaría a Televisa y TV Azteca por su programación, llena de emisiones noticiosas tendenciosas y de programas de diversión tan sin sentido y absurdos). Marín ha pasado de ser un periodista serio a un defensor de la televisión, ¿será porque ya sale en la pantalla chica?, ¿porque tiene un programa con demás lambiscones como Ciro Gómez Leyva o Joaquín López Dóriga? El caso es que en el programa muy pocos lo pelan (ni sus compañeros) y sus momentos de ofuscación, sus gritos y sus rictus de enojo lo hacen ver, en lugar de periodista, como un papá encolerizado porque sus hijos no llegaron a dormir). En fin, es un caso de alguien que con los años pasó de ser un periodista más o menos mediano a un intolerante que se dice comunicólogo.
La mencionada columna se tituló “A la caza de periodistas”, pues piensa Marín que los seguidores de AMLO buscan “cazar” a aquel que se dedica a los medios de comunicación. Pero se equivoca. No todos los periodistas son cuestionados como él. ¿Por qué no sucede eso con Álvaro Delgado, Julio Hernández López, Ricardo Rocha, Jenaro Villamil, Granados Chapa o Jorge Saldaña? Simple: porque ellos sí están comprometidos en un periodismo más imaginativo, veraz y menos plegado a los intereses de Televisa o de los capitalistas que piensan son dueños del país. Más no por eso dejan de ser críticos y objetivos.
Pobre Carlos Marín..., como diría Jaime Avilés en su columna de la página http://lahoradelpueblo.blogspot.com/: “ya no escribe como el periodista que algún día fue: ahora ladra como un perrito pequinés, y sus gañidos, guau-guau, la verdad, la verdad, asustan...”

viernes, septiembre 22, 2006

Anécdotas de académicos y Luis Eduardo Aute

Luis Eduardo Aute es un cantautor español. Hace como un año vino a México (quizá menos, quizá más). Estuvo en un lugar muy pero muy fresa: el Centro de Convenciones Banamex, en el marco del Festival de la Palabra. El caso es que fui a su concierto y a una charla que dio sobre sus poesías. Cuando una muchacha (de una maestría o doctorado en literatura en la UNAM), le cuestionó si desde la perspectiva de no sé qué autor, ¿su poesía era una metamorfosis o una dialéctica constante del erotismo? (un poco más complejo -yo no le entendí y creo que ella tampoco se comprendió bien-, y con jerga académica más sutil). Aute, medio enojado, le contestó, palabras más palabras menos: "ustedes, los académicos, deberían quedarse en sus cubículos y hacer sus análisis: la poesía déjenla a los artistas". ¿Cómo la ven? En fin, a continuación una foto del concierto




Aquí Aute en el concierto (disculpen lo mal tomada de la foto, pero eso de la fotografía no me entra muy bien)

Algo sobre uno mismo

Hace tiempo, no mucho, o quizá sí, escribí las palabras que comparto a continuación:

Vuelvo al lugar de donde siempre salgo
donde siempre nazco
y constantemente me creo
si es que yo
casualmente
logro inventarme.

¿Acaso tengo
la posibilidad de nacer
de crearme
ser viento y lluvia
marea oculta en un mar desierto
con agua / luna / olas?

Y sin embargo
siempre
salgo de donde nazco
crezco de donde me creo
y me transformo en palabra silenciosa
tan tímida
que se parecen al silencio.

miércoles, septiembre 20, 2006

Más fotos de la Convención Nacional Democrática

Las manos alzadas: los votos / las miradas, los rostros / las calles llenas, la multitud / mil esperanzas sin tregua / calles mojadas con lágrimas / una nación; mi país / miles de voces..., la fuerza: eso fue el nacimiento de la Convención Nacional Democrática.

Por cierto, mucha gente ha dicho: "López Obrador se autoproclamó 'presidente legítimo'". ¿Acaso las manos alzadas representando cientos de miles, no somos nadie?
Más fotos del acontecimiento, pues...






















Unas palabras...

¿Qué pasará cuando salgamos?

Jorge Gómez Naredo


Si escuchamos el sonido
detenidamente
pensando en infinito
cerca / lejos
pero pensando;
¿qué pasará
cuando salgamos?

si caminamos desde la mirada
observándonos las manos
los pies / las bocas
alejándonos los soles
hacia otros besos;
¿qué pasará
cuando salgamos?

si entramos al arpegio
con noche en rebeldía
buscando malestar...
antipatía;
si nos atrevemos:
a cantar sobre la lluvia
y extirpar nuestros cerrojos
¿qué pasará
cuando salgamos?

Cuando salgamos
seremos otros,
o quizá los mismos
pero diferentes.

"Érase que se era", nuevo disco de Silvio Rodríguez

Hace como dos o tres semanas compré Érase que se era, el nuevo disco de Silvio Rodríguez. Por algunos trabajos, muchas manifestaciones y diversos inconvenientes, no pude escucharlo bien (es decir, lo oí nada más) hasta hace poco. Al terminar la Convención Nacional Democrática, cuando ya me quedó más tiempo, puse el disco y mi sorpresa fue mucha: canciones bellas, revolucionarias, llenas de rebeldía y esperanza. Me puse a buscar en diversos periódicos y no encontré ninguna reseña, así que decidí hacer una. Salió publicada en La Jornada Michoacán y en La Jornada Jalisco hoy, es decir, 20 de septiembre de 2006. A continuación aparece el artículo. Por si a alguien le interesa, les paso la dirección de la página de La Jornada Michoacán (La Jornada Jalisco todavía no tiene página electrónica) donde aparece en pdf parte del texto –completo en htlm- y una fotografía de Silvio en el zócalo, cuando dio, en mayo del año pasado, ese memorable concierto que no se olvida y no se olvidará.

La página donde aparece parte del texto en pdf es:
http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2006/09/20/planitas/cultura.pdf
El texto completo lo pueden encontrar, además de en este blog, en esta dirección:
• Silvio Rodríguez

Érase que se era invita a seguir luchando por la justicia, la igualdad y la fraternidad

El disco del trovador cubano es un redescubrimiento de la revolución y de Cuba misma. Cada nota, cada canción, es un viaje hacia uno mismo y al mundo que nos rodea
Jorge Gómez Naredo

I
Mitad somos lo que somos
y otra mitad lo que pensamos
Fernando Pessoa

En días pasados, en las tiendas disqueras de México apareció el nuevo material de Silvio Rodríguez, Érase que se era. Es un disco doble, con veinticinco canciones y un video. Cada canción del trovador cubano es una bella sorpresa, un descubrimiento de uno mismo, una invitación a seguir luchando por la justicia, la igualdad y la fraternidad entre los seres humanos. De verdad da gusto que existan artistas como Silvio Rodríguez, soñador incansable y hombre comprometido con las causas más caras de este mundo. Alguien que no se ha dejado vencer por el capitalismo rampante, por la fama lisonjera, por las oportunidades incontables de salir de Cuba e irse a vivir a donde quisiera. Trovador, pintor, y soñador, que sigue y seguirá con la Revolución, con la causa de millones de cubanos y latinoamericanos. Cuando se le preguntó, en la presentación del disco en La Habana, si le regalaría algo de su música a Fidel, sin ambages contestó: “Al presidente Fidel Castro todo lo que pueda regalarle, un poquito más que mi música, hasta mi persona”.

II
Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor
José Martí

En tiempos nublados, la música con sentido combativo es un sol pequeño, adusto, íntimo, pero sol al fin y al cabo. Eso es Érase que se era. Canción tras canción, nota tras nota, palabra tras palabra, son viajes hacia uno mismo y al mundo que nos rodea. Amar y guerrear, hacer la paz y el amor, invitar a soñar y soñar jugando a pensar. Las canciones que nos entrega Silvio en este disco son de juventud y rebeldía revolucionaria. Las escribió cuando tenía entre veintiún y veintisiete años: entre 1967 y 1972. La revolución cubana se establecía y se consolidaba. Los jóvenes de aquella época, Silvio incluido, crecían con imaginación y cantaban al son de la justicia y la igualdad. Por eso Cuba es hoy símbolo de rebeldía, dignidad y principios. Por eso Cuba sigue ahí, con su sistema y sus ideales, a pesar de lo trabajoso de la existencia, de los bloqueos y los sinsabores, a pesar de las imperfecciones del régimen y del mundo en contra, de ese complot lacerante. Por eso Cuba está ahí, más firme y más rozagante que nunca. Continúa ahí con sus contradicciones, pero con sus hijos, los hijos de la revolución. Y no se borrarán de ahí....
Érase que se era es un redescubrimiento de Silvio, y, por qué no, un redescubrimiento de uno mismo, de quien escucha, huele y siente cada palabra. Es un redescubrimiento de la revolución y de Cuba misma.

III
...el zócalo de todos y de nadie
Paco Ignacio Taibo II

14 de mayo de 2005: Silvio Rodríguez en el zócalo capitalino. Lleva su guitarra y sus letras..., su música. Está ahí, para todos, para aquellos que no pudieron pagar un boleto en el Auditorio Nacional. Y el zócalo lo aclama, lo vitorea, lo idolatra. Él, con su acostumbraba humildad, da gracias a esas vigorosas gargantas, a esas miradas desde antes y desde siempre, para siempre. Más de cien mil personas. Zócalo lleno, zócalo ritual, zócalo comunión. La revolución cubana con su música ha tomado el centro de la capital mexicana. Antes de tocar Ese hombre, del disco Expediciones, comenta que “un mexicano” le expresó: “esa canción no debería ser olvidada por ningún líder en el mundo”. Silvio, que hizo la canción más para un artista que para un político o luchador social, cayó en la cuenta que también podría ser aprendida por los gobernantes latinoamericanos. Antes de iniciar la melodía, dijo, como dedicatoria: “de parte del señor Rodríguez”. Y comenzó la canción: “Ese hombre que por hechos o por dichos es respetado tanto / ese hombre que por dichos o por hechos es festejado tanto / debiera olvidar / que casi iba solo / cuando desnudó aquella emoción que ahora es de todos / debiera olvidar / que casi iba solo / cuando conquistó el cetro que hoy le ciñen a coro”. ¿El señor López estaría escuchándola? Seguramente sí. Meses después, cuando las evidencias del fraude electoral eran muy obvias en México, en una entrevista con La Jornada, Silvio Rodríguez comentó: “me atrevo a decir que el conteo voto por voto no sólo es necesario: es imprescindible”. El señor Rodríguez guiñaba el ojo al señor López.

IV
Soñamos juntos
juntos despertamos
Mario Benedetti

Érase que se era es un disco con una vigencia indescriptible. Las canciones que contiene fueron hechas a finales de la década de los sesenta y principios de la de los setenta, pero aún hoy, cada letra es un imperativo. ¿Por qué la lucha sigue? ¿Por qué no hemos ganado? ¿Por qué las derechas continúan empecinadas en cerrar todas las vías a gobiernos progresistas que buscan un mundo más igualitario y justo? Una canción es esclarecedora: Nunca he creído que alguien me odia. La primera estrofa resume las situaciones política y social de México: “Nunca he creído que alguien me odia / aunque me hayan querido matar. // Tras mis asesinos se esconde otra fuerza / que sí es mi enemiga mortal”. ¿Por qué los partidos de derecha, plegados al neoliberalismo y a intereses de los grandes capitales impiden, por medios ilegales, la llegada de gobiernos de izquierda? ¿Por qué, por ejemplo, el PAN en las pasadas elecciones presidenciales tuvo que cometer un fraude, además de una campaña de miedo, para obstruir el arribo de López Obrador al poder? La respuesta de Silvio es simple: los hombres no actúan contra otros hombres, sino contra los ideales, los principios y los sueños de éstos. Quienes odian a López Obrador, no lo detestan a él en sí, sino a los idearios que busca: la lucha no es contra un hombre, sino contra un mundo más justo. Y por eso Silvio agrega en esa canción: “Siempre tendré un enemigo / con el semblante arrugado / y más cansado que yo. // El que al largo de su sombra / quiera cortar la medida / de cada revolución”. Es fácil entender: a las derechas les interesa seguir ahí, arriba, siempre arriba. Su lucha no es contra los de abajo, sino contra los ideales y principios de los de abajo. Recuerda el trovador cubano una frase de Fidel Castro: “Hemos hecho una revolución más grande que nosotros mismos”; y la tiene presente al hacer la citada canción: “Y ya se dijo que es más grande / que el más grande de nosotros. // Y ya se dijo que se hace / para otros”.

V
No quiero nada para mí, sólo anhelo
lo posible imposible: un mundo sin víctimas
José Emilio Pacheco

¿Cómo se puede corregir la manía humana por la muerte del otro, por el poder a pesar del otro, por el odio, el resentimiento y el encono al otro? Conociéndola, siendo conciente de ella y atajándola desde adentro, con fuerza y furia. Así lo hace Silvio en Érase que se era. Tratar de conocerse, de ser presente uno mismo en el pensamiento, de estar adentro de nosotros mismos. Cambiar el mundo no solamente es tomar las armas, subir al cerro y hacer la revolución. Hay revoluciones más elocuentes y se encuentran en nuestra cotidianidad. Pero también nuestras culpas están ahí, en lo cotidiano, en no alzar la voz y omitir el grito en contra de algo que sabemos no es justo y vulnera los principios de igualdad y solidaridad. Cuántas veces al día es un himno para ser más presentes y estar siempre al día, arrostrando las necesidades y los agravios. Porque también somos culpables cuando pasamos sin inmutarnos ante el humillado y bajamos la cabeza ante la pobreza, la injusticia y la desigualdad. Recordemos esto: “¿Qué silencio en nosotros ha colgado inocentes? / ¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?” Pero, ¿somos nosotros culpables también de este mundo cada día más desigual y más putrefacto? Silvio tiene una pequeña respuesta: “No busquen más, no es el de atrás: ustedes son. // No es el de al lado, no. // Eres tú mismo, sí”. Y cómo no hacer nuestras esas palabras de la canción Epistolario del subdesarrollo: “No, no tengo que cerrar los ojos para ver”.
La canción El matador se inscribe en esas arias trovadorescas que nos recuerdan al asesino. Pero no al asesino de las páginas de periódicos amarillistas o al mítico ser adusto como Jack el destripador, el que no somos ni jamás seremos. Nos recuerda, más bien, al asesino que vive enfrente de nuestra casa, que duerme junto a nosotros, en el mismo lecho, en la misma mirada: “Me siento a veces hombre / y muchas animal”. Todos nos sentimos culpables de algo. Porque somos iguales, porque las culpas de la humanidad son también nuestras culpas. Y así lo dice Silvio: “El día que me acusen / no me defenderé: / esta culpa es muy vieja / de todos la heredé”.

VI
Aquella noche de septiembre, fuiste
tan buena para mí..., hasta dolerme
César Vallejo

Amar es verbo y es misterio, es un milagro extraño, como todos los milagros, aunque un poco más extraño. Silvio ha cantado al amor, a la amistad, al cielo, a la noche, a la mirada y los labios, a la piel y a la caricia. Quizá Érase que se era no sea el mejor ejemplo de un Silvio romántico, amoroso, lleno de energías para el amor. Quizá materiales anteriores fotografíen mejor (como Mujeres, Oh Melancolía o Rabo de nube) esta faceta del músico cubano. Sin embargo, las canciones de amor y desamor en el disco son las más acogedoras. Tres melodías hechas a un amor ido y nunca olvidado, nos hablan de esa poesía romántica del Silvio siempre recordado. Un amor estadounidense clavado en la memoria y jamás en el olvido (cosas de la vida que demuestran nuevamente que el pueblo norteamericano no está peleado con el cubano, sino que es el gobierno estadounidense quien mata, asesina, castiga y trata, sin mucho éxito, de estrangular a los cubanos); también está la mujer cubana que hace daño, que no se va, que ama y duele.
Una de las mejores canciones del disco (aunque, siendo sinceros, todas, escuchándolas bien, son las mejores canciones –cosas que pasan solamente en los discos de Silvio–) es, sin duda, No aparezcas más sin avisar. Es un complemento, como el mismo Silvio lo reconoce, de la muy famosa y conocida Ojalá, que ha sido himno de millones de personas, ora por su fuerza y crudeza, ora por los sentimientos que despierta. No aparezcas más sin avisar es un ruego al aire, una sinrazón aceptada como regla, un llanto pidiendo lo imposible: “No me escribas más si después no vuelves”.
Las tres canciones escritas a Judith, la chica estadounidense musa de Silvio en su juventud, son Una mujer, El día en que voy a partir y Judith. Una trilogía temática que va de la desesperanza del partir (“Ya sé que un beso muy frío será / el beso que no me darás / las noches, los días después / del día en que voy a partir”) al pedimento de no cambiar la imagen, de no transformar el ente, de no dejar que la distancia sea el inicio del desconocimiento (Cuida bien tus estrellas, mujer / cuida bien tus estrellas / y que nunca las pierdas”) o al amor que se siente, y se siente hondo, profundo, brillante, lleno de una fuerza infranqueable (Pobre de mí, pobre de ti / pobre de todos los que amen así”).

VII
Amo el amor que se reparte
en besos, lecho y pan
Pablo Neruda

Érase que se era es un conjunto de armonías, letras y pasiones, llenas de vida y rabia, de amor y corazón. Silvio Rodríguez representa el arte en la izquierda y el comunismo a pesar del infortunio, la lluvia, los relámpagos y las horas de soledad. Muchas enseñanzas podrán encontrar quienes lo escuchen, porque el poema se hace con el lector y, la canción, con quien la comprende desde su propia perspectiva. Silvio está detrás de todas las letras, pero logra trascender y deja su lugar, el de su poesía, a quien escucha las canciones; bien dice: “Después que canta, el hombre se queda solo / solo en la soledad de su cabeza”. No hay nada mejor que encontrarse a uno mismo a través de las palabras; y ese es el gran mérito de Érase que se era: trazar los caminos del recuerdo, del presente y del futuro, porque a pesar de los mundos desiguales y de las guerras, a pesar de los fraudes electorales y de las mentiras, siempre hay camino desde la palabra para seguir luchando y no dejarse vencer. Y es claro este fuego por continuar en Oda a mi generación: “Sigan exigiéndome cada vez más / hasta poder seguir / o reventar”.

IX
¡Y si después de tantas palabras,
no sobrevive la palabra!
César Vallejo

La palabra une a América Latina y el dolor también. En la voz de Silvio Rodríguez los americanos de abajo del Río Bravo se reconocen, se hacen, se crean. Viven cerca del juglar, se acercan a su mirada y observan desde su voz. Cada quien tiene su lugar en las canciones del trovador cubano: aquí soy yo y aquí también estoy. Es una simbiosis extraña, en la cual el artista se vuelve escucha y el escucha se transforma en artista. Por eso cada nuevo material de Silvio es volver a nacer; y nace no solamente el hombre singular, el yo, sino también el nosotros, el plural: el pueblo americano que se recrea y se entusiasma. Cada disco del trovador cubano, venido al mundo en 1946, está condenado a ser, desde antes de existir, un pedazo de historia, de lucha, de sagas y héroes silenciosos que toman voz con las palabras de cada canción.
Érase que se era es el redescubrimiento de un nosotros olvidado: ese nosotros que está en todas partes y que sufre, sangra, llora. Silvio nos recuerda en este material que la lucha continúa, que el enemigo está ahí, enfrente, acechándonos, amenazándonos, atacándonos. México es testigo de eso. Pensábamos en democracia, en “ya la hicimos”, en “cedieron”; y de repente, sin explicación contundente, un estallido nos ruge, nos acorrala: lo ganado se vuelve un arco iris que dura lo que la lluvia y el sol unidos. Pero también Érase que se era nos invita a la acción, a seguir adelante, a no desfallecer y aprender que no se gana nada si no se combate, porque, bien lo dice una canción incluida en el disco: “las cosas suelen transformarse / siempre, al caminar”. Caminar con las palabras y a través de ellas, con los puños alzados y las miradas a todos lados; caminar con la frente en alto y viendo siempre hacia la victoria. Porque es tiempo de transformar y pensar en los humillados. Como diría sin ambages Daniel Viglietti (otro trovador siempre en resistencia): “Es el tiempo del cobre / mestizo, grito y fusil. / Si no se abren las puertas / el pueblo las sabe abrir”.

martes, septiembre 19, 2006

Daniel Viglietti



Una foto del buen Daniel Viglietti, cuando estuvo en el zócalo (mayo de 2006). Es uruguayo (junto con Benedetti y Galeano, glorias del Uruguay contemporáneo); salió exiliado (como mucho otros) cuando la dictadura, pero (también como mucho otros) regresó a su país. Escribió hace ya sus buenos años "A desalambrar", que con el tiempo se convirtió en un himno de lucha.

Es de lo más humilde y sigue apoyando las causas más justa de nuestra América Latina (no como cierto líder moral de algún partido político mexicano de izquierda...).

No pasarán (homenaje y declaración de amor a la resistencia civil pacífica)

Jorge Gómez Naredo
Nosotros

Como suelo en movimiento
ir y venir
terremoto, sismo, caos
así amanezco los días
estos días
con sobredosis de alegría
impotencia vencida
y un: “no pasarán”.

Ellos

Como calle sin salida
oscuridad iracunda
luna sin sol,
atrapados sin palabras:
cielo cerrado / estrellas ocultas
así amanecen los días
estos días
los de arriba
los siempre arriba.

Ellos

Como ave sin alas
en vuelo de partida
sin lugar de llegada
horizonte de ruinas
así amanecen los que mienten
con sus ojos / labios
dormidos
(acicalando pesadillas)
en sus lechos de seda.

Nosotros

Me niego a decirme derrotado
a cerrar mi voz /
mi mirada
a dejar de empuñar
siglos de ignominia
lustros que nos humillan;
me niego a ser ausente
de mi pueblo
en mi pueblo
con mi pueblo;
me niego a escribir
en los días
estos días
(¡nuestros días!)
algo diferente a:
“no pasarán”.

Eligiendo presidente legítimo de México


Esta foto es de la Convención Nacional Democrática, que tuvo lugar en el zócalo de la ciudad de México. Asistimos miles, cientos de miles, más de un millón de personas. Y todos, al unísono, cuando se preguntó: “¿queremos presidente o jefe de la resistencia?”, comenzamos a gritar: “pre-si-dente, pre-si-dente, pre-si-dente”. El cerco informativo de las televisoras y buena parte de las radiodifusoras impiden que la gente se entere, sepa, tenga conocimiento de la importancia y magnitud de un movimiento social como el que encabeza López Obrador. Y aún así, millones de mexicanos se dicen (unos silenciosamente, otros con gritos y entusiasmo): "se ve, se siente, tenemos presidente".

Artículo de El Occidental (17/09/2006)

Hacer un mejor periodismo en Jalisco: tarea fundamental

Jorge Gómez Naredo

Antes, durante y después del proceso electoral presidencial, mucha tinta ha corrido en los diarios. Artículos de opinión dicen, argumentan, expresan. En el caso jalisciense, resulta verdaderamente triste observar cómo, la mayoría de los editorialistas (con dignas y ejemplares excepciones), se han plegado a los argumentos de la derecha, a la discriminación y a la mentira. Ejemplos tenemos muchos. Por ejemplo, el jueves 09 de septiembre, en El Informador, José Manuel Gómez Vázquez escribió: “El país está dividido, ya que en las áreas en el Sur donde ganó López, no pueden aceptar que haya perdido, sobre todo con toda la palabrería y agresividad con que reaccionó Andrés López y la horda del PRD”. ¿Acaso hay en estas palabras algo de análisis y de respeto? ¿Piensa el señor José Manuel que nombrando a López Obrador como “López” lo agraviará? Es uno de muchos casos en el cual los articulistas de Jalisco han vilipendiando personas, ideas, pensares, ideologías y a millones de personas que votaron por una opción diferente a la del PAN o el PRI.
Pero no solamente la andanada de injurias está centrada en Andrés Manuel López Obrador o en el PRD. Hay quienes practican una discriminación terrible y atroz. Es el caso del cronista, muy respetado por su labor de rescate del pasado, Luis Sandoval Godoy, que en el mismo diario escribió el 11 de septiembre: “en los campamentos que infaman a la ciudad capital y a los capitalinos, ahí donde chusmas de holgazanes pasan el día tirados en la colchoneta o jugando dominó y damas chinas, mientras sirven la pitanza, casi no hay jóvenes, y esto porque la juventud en su naturaleza es digna, no se deja someter”. Esta frase es discriminatoria. ¿Cómo puede decirse de quienes luchan por un ideal justo, “chusma de holgazanes”? Además, en dicha cita se demuestra el desconocimiento de don Luis sobre lo que pasa en la ciudad de México. Yo he estado en los campamentos, he dado charlas, he discutido con la gente y he visto cómo se trabaja ahí, porque sí, ahí se trabaja. Quienes acampan en el zócalo, Madero, Juárez o Paseo de la Reforma, no son holgazanes. Ya desearía la perla tapatía tener la capacidad de organización que se tiene en los campamentos. Ahí la información se transmite, hay crítica de las noticias y de los medios de información, hay pláticas, conferencias y muchas actividades académicas más. Ahí se aprende y se enseña. Los eventos culturales (con buena parte de la plana mayor de artistas del país) son constantes y cotidianos. Ya quisiera la ciudad de Guadalajara, su ayuntamiento y el gobierno estatal, tener la actividad artística que se tiene en los campamentos de la ciudad de México. Entonces, don Luis, ¿por qué habla de lo que no conoce? ¿Por qué discrimina al pueblo diciéndole “chusma”? ¿Acaso usted piensa todavía que en México existen los hombres de sangre azul y los plebeyos? ¿Por qué miente cuando dice que los jóvenes no asisten a los campamentos? Hay jóvenes y muchos; también hay niños, niñas, señores, señoras, y sí, también hay ancianos, pero no son la mayoría. En las asambleas de López Obrador, las edades son muchas: uno voltea a la izquierda, y ve un anciano; a la derecha, tres jóvenes; al centro cinco adultos.
Estos dos ejemplos nos muestran una realidad: el periodismo y la opinión en Guadalajara y en Jalisco, carecen de crítica y análisis. El estado merece un mejor periodismo. La sociedad necesita mejor información y un análisis (el de los editorialistas), más profundos y con mayor conocimiento. Es hora de un nuevo periodismo, más audaz, tenaz e imaginativo. Es triste la situación de los medios de comunicación en nuestro estado (y en todo el país, en general). Debemos comenzar la labor para cambiar la manera de ver el mundo, de no restringir nuestro periodismo a fotografías de la oligarquía tapatía en una boda o cumpleaños. Ya basta de ello. Merecemos estar mejor informados y ello, es, sin duda, la labor de todo el periodismo jalisciense y de los editorialistas, los cuales, en su mayor parte, como hemos visto, carecen de análisis y repiten, a más no poder, las mentiras dichas en la televisión o las pláticas en círculos de la derecha. Es hora de cambiar: conforme tengamos un periodismo más comprometido con la sociedad en la cual vivimos, seremos más conscientes de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.

Artículo de La Jornada Jalisco (17/09/2006)

México en reconstrucción: la Convención Nacional Democrática

Jorge Gómez Naredo

Hace algunos días al coordinador de la bancada priísta, Emilio Gamboa Patrón, ex-secretario de comunicación y transportes en el salinato y hasta hace poco senador que con ahínco y tesón apoyó una de las reformas más gravosas a la libertad de expresión (la llamada ley Televisa), se le escuchó en una conversación con Kamel Nacif, empresario ligado a actos de corrupción con varios gobernadores (especialmente con Mario Marín, el de Puebla) y a delitos de prostitución infantil. En la charla telefónica se escucha claramente el tráfico de influencias, pero ¿qué pasó?, ¿cuál fue la respuesta del gobierno federal?, ¿dónde quedaron los defensores del “estado de derecho”? No hubo nada. Gamboa Patrón seguirá, muy campante, dirigiendo a los diputados del PRI, vendiendo su voto al PAN y “representando” a los ciudadanos como una opción de fingido “centro”.
Este episodio, que debería ser motivo de la renuncia del diputado y de una investigación judicial, ha quedado ya olvidado. Volverá Gamboa Patrón a la tribuna de San Lázaro y, en sus discursos, defenderá el “estado de derecho” y la limpidez del sistema actual, de sus instituciones y de sus representantes. ¿Dónde quedó el PAN y su supuesta lucha contra la corrupción? ¿Dónde Vicente Fox y el dizque presidente electo Felipe Calderón, quienes dijeron y dicen: “mano dura” a la corrupción? ¿Dónde quedaron los defensores del “estado de derecho”?
¿Acaso México puede subsistir con este nivel de corrupción, donde personajes como Santiago Creel, Mario Marín, Ulises Ruiz y una innumerable lista de corruptos “representantes populares” quedan libres después de crasos actos de corrupción y ocupando puestos de representación? ¿Cuándo se castigará a los jueces electorales que legalizaron un proceso presidencial fraudulento? ¿Cuándo veremos a los delincuentes de cuello blanco tras las rejas? No se puede seguir así porque, día a día, las instituciones demuestran más su ineficiencia y porque, en la población, en los pobres de este país, las esperanzas de mejorar su condición por la vía democrática y pacífica se esfuman.
Por eso la Convención Nacional Democrática (CND), convocada por Andrés Manuel López Obrador, es una válvula de escape y una esperanza para millones de personas que no creen ya en los discursos demagógicos del PAN y del PRI. ¿Para qué queremos un IFE, que en esencia es una institución encomiable, pero que en la práctica fungió, en los pasados comicios, como una oficina más de Acción Nacional? ¿Para qué queremos un Tribunal Electoral dizque impoluto, si hay evidencias irrefutables de su proceder ilegal en favor de Felipe Calderón? Las instituciones, en esencia, no son el lastre del país: lo que verdaderamente afecta es que, en los puestos altos de dichas instituciones, se encuentren personajes corruptos y maquiavélicos, como, por ejemplo, Francisco Ramírez Acuña, quien ahora busca, a como dé lugar, la secretaría de gobernación de un gabinete espurio.
Pero la CND no tiene el camino fácil. Quienes están destruyendo la institucionalidad mexicana han pasado nuevamente a la ofensiva. El caso más esclarecedor es el del ex-guerrillero (¿se acordará de esos días cuando luchaba por la justicia?) y hoy vocero de un gobierno de ultraderecha, Rubén Aguilar, quien en una declaración irresponsable y que recuerda las épocas diazordazistas, dijo que había “grupos radicalizados” en los seguidores de López Obrador: ¡mentira del tamaño de la incapacidad política del foxismo! Una de las pocas decisiones acertadas de Vicente Fox (dar el grito en Dolores Hidalgo y no en el zócalo), fue opacada por la irresponsabilidad de la declaración de Rubén Aguilar.
La CND será un buen dique ante las irresponsabilidades del gobierno espurio de Felipe Calderón (si es que llega a tomar posesión); tendrá que formar un movimiento más amplio y de mayor envergadura, donde el pueblo, las bases, la gente pobre, la clase media y los micro y pequeño empresarios damnificados por las grandes empresas, se sumen con ahínco e intenten cambiar el país.
El miércoles pasado, cuando quien escribe estaba en una charla (invitado por el campamento de la delegación Venustiano Carranza) en el plantón en defensa del voto, una señora se levantó y preguntó: “¿qué nos corresponde hacer a nosotros, como ciudadanos sin partido, para cambiar el país?”. La respuesta estaba en el aire, en el ambiente, en las expresiones de todos los presentes: “hacer un parteaguas en la historia”. Y eso hay que entenderlo bien: la CND y lo que ella produzca, cambiará la historia del país porque jamás, en estas tierras, se había dado, de manera pacífica, un movimiento social de estas magnitudes, a pesar de la violencia verbal y física del gobierno federal y del partido en el poder. Por eso, sumarse a la Convención es, sin lugar a dudas, participar activamente en la historia de México.

¿Por qué un blog?

Este blog es una especie de grito contra el silencio, ese silencio de no alzar la voz, de bajar la cabeza ante el mundo que nos corroe y decir, con una sonrisa melancólica: "todo va bien".