sábado, septiembre 23, 2006

Carlos Marín, el intolerante

Carlos Marín ha pasado de la iniquidad a la intolerancia. Ayer en su pequeña columna en Milenio Diario (es director del rotativo) despotricó contra los manifestantes imaginativos que fueron a Televisa vestidos de blanco, exigiendo que la televisora mostrara todas las voces y no fuera parcial ni racista (quién en su sano juicio no criticaría a Televisa y TV Azteca por su programación, llena de emisiones noticiosas tendenciosas y de programas de diversión tan sin sentido y absurdos). Marín ha pasado de ser un periodista serio a un defensor de la televisión, ¿será porque ya sale en la pantalla chica?, ¿porque tiene un programa con demás lambiscones como Ciro Gómez Leyva o Joaquín López Dóriga? El caso es que en el programa muy pocos lo pelan (ni sus compañeros) y sus momentos de ofuscación, sus gritos y sus rictus de enojo lo hacen ver, en lugar de periodista, como un papá encolerizado porque sus hijos no llegaron a dormir). En fin, es un caso de alguien que con los años pasó de ser un periodista más o menos mediano a un intolerante que se dice comunicólogo.
La mencionada columna se tituló “A la caza de periodistas”, pues piensa Marín que los seguidores de AMLO buscan “cazar” a aquel que se dedica a los medios de comunicación. Pero se equivoca. No todos los periodistas son cuestionados como él. ¿Por qué no sucede eso con Álvaro Delgado, Julio Hernández López, Ricardo Rocha, Jenaro Villamil, Granados Chapa o Jorge Saldaña? Simple: porque ellos sí están comprometidos en un periodismo más imaginativo, veraz y menos plegado a los intereses de Televisa o de los capitalistas que piensan son dueños del país. Más no por eso dejan de ser críticos y objetivos.
Pobre Carlos Marín..., como diría Jaime Avilés en su columna de la página http://lahoradelpueblo.blogspot.com/: “ya no escribe como el periodista que algún día fue: ahora ladra como un perrito pequinés, y sus gañidos, guau-guau, la verdad, la verdad, asustan...”