jueves, noviembre 30, 2006

Comentario 30/11/2006

Camilo Ná
Más elocuente no puede ser: encerrados en un búnker, con miles de policías impidiendo que “el pueblo” que lo votó lo vaya a linchar, así Felipe Calderón recibirá el primer minuto del 1° de diciembre el "gobierno" de manos de Vicente Fox. Vaya, estos panistas sí que dan risa: a media noche y por televisión, es decir, metáforas del acuerdos en "lo oscurito" y de lo mediático como regla, como ley, como Dios. Pero la realidad está ahí y no se va: un presidente sin apoyo del pueblo, pero con ayuda de empresarios y, especialmente, de las televisoras. Debemos preguntarnos, ¿puede llamarse gobernante a un presidente que para tomar posesión necesita esconderse y hacer una campaña de odio mediática? Si Vicente Fox se quejaba de la “parálisis” legislativa, ¿qué podrá decir Calderón en su apenas iniciada gestión?

Hay una campaña mediática e “intelectual” (que va desde Soledad Loaeza -investigadora del Colmex y elitista desde siempre- hasta el Consejo Coordinador Empresarial y las televisoras) en la cual se busca ver al PRD como agresivo..., como un peligro para México. La misma guerra sucia contra López Obrador, ahora aplicada a toda la izquierda (ya sea partidista o no), para omitir miles de voces en contra del gobierno espurio y de su gabinete de la muerte. Pero no pueden borrar la realidad con miles de anuncios en radio y televisión ni con cientos de artículos escritos por académicos que jamás salen de sus cubículos o mesas de discusión sobre "la sociedad" (que pocas veces la ven de cerca, sólo de lejitos). No pueden porque la realidad está ahí: la pobreza se siente, la desigualdad se vive, el caos gubernamental se huele, el fraude no se olvida y la corrupción y desfachatez con las cuales ha actuado el PAN, jamás se quitarán de las mentes de millones de mexicanos. Felipe Calderón tiene lo que se merece, lo que sembró: odio, odio y más odio. Nunca tendrá al pueblo queriéndolo, nunca llenará una plaza sin acarreo, nunca será, en fin, un hombre íntegro y congruente. Esté donde esté seguirá siendo un hipócrita, un cínico, un corrupto, un delincuente (quien comete un fraude es delincuente), un pelele. Hoy más que nunca: NI NOS VAMOS A RAJAR NI NOS VAMOS A DEJAR.

miércoles, noviembre 29, 2006

Comentario 29/11/2006

Camilo Ná
El caso Echeverría: el arte de la simulación o cómo hacer, en unos días, una cortina de humo.

Nuevamente el caso Luis Echeverría funge como cortina de humo, ahora para ocultar o distanciar la atención de la violación a los derechos humanos en Oaxaca y del inminente caos producido por la toma de posesión de Felipe Calderón. Al ex-presidente asesino se le encarcela, pero no pisa la cárcel; se le juzga, pero siempre gana los juicios, es decir, atole con el dedo a través de mediáticas bombas para que la población se diga: “ah, no pos sí, este gobierno sí cumple”. Solamente son pantallas, simulaciones, hipocresías. No se tocará a Luis Echeverría porque el gobierno del PAN se ha coaligado desde tiempo atrás con la más putrefacta escoria del priísmo. Además, ¿por qué el PAN desearía tocar a uno priísta de renombre, en estos momentos en que, con tantas ansias, necesita el apoyo del tricolor? No nos engañan: quieren desviar la atención, pero sabemos de antemano que las leyes, en sus vericuetos, tendrá siempre la absolución del asesino Echeverría.

Los medios de comunicación: mentir, mentir y seguir mintiendo.

El PAN tomó la tribuna en San Lázaro, pero los medios de comunicación tradicionales han repetido: “fue el PRD”. Además, se indignan y gritan (a través de sus mediocres presentadores) que es una desgracia, una desvergüenza, una verdadera afrenta a la ciudadanía. Es decir, ellos, los medios, se sienten impolutos, llenos de pureza, con la voz de la buena moral; critican a los sucios, a los “hüevones”, a los diputados que no nos representan. Cosas de la vida..., las empresas más corruptas del país ahora juzgan y establecen los conceptos de la buena moral y el buen comportamiento. ¡No nos engañan! Sin embargo, hay mucha gente que les cree a rajatabla, por ello, una de las labores fundamentales de la resistencia civil pacífica es contrarrestar a dichos medios. Se necesita participación y, en especial, creatividad y entusiasmo.

Ante la represión e intolerancia panistas, la lucha pacífica y la organización.

En Oaxaca se están violando los derechos humanos y hay una cacería atroz contra los miembros y simpatizantes de la APPO. Es el rostro de Francisco Ramírez Acuña, porque quien ordenó la represión, la tortura y el traslado de los presos políticos a Nayarit y Matamoros fue el ex-gobernador jalisciense. Tiempos difíciles nos esperan, pero bajar la guardia ahora sería dar nuestro brazo a torcer; no cedamos y luchemos. Todos al zócalo el viernes 1° de diciembre. El espurio Felipe Calderón y sus huestes de asesinos y represores no se van a burlar de nosotros. El pueblo, señores, es mucha pieza.

Pasemos la voz

Camila

Nuestro país vive momentos muy difíciles. Por un lado nuestros diputados impidiendo desde ayer la toma de la tribuna legislativa para no permitir que Felipe Calderón tome posesión el primero de diciembre, por lo menos no en el recinto de San Lázaro. Pero más grave es lo que sucede en Oaxaca donde los derechos humanos se violan a cada minuto, es una ciudad en un virtual estado de sitio, que está tomada por la PFP, en la que ser joven, estudiante o un simple transeúnte que por el simple hecho de circular por el lugar y el momento equivocados puede ser catalogado como delincuente de "alta peligrosidad". Alzar la voz y decir basta a las injusticias que existen en el pueblo, formando parte de un movimiento pacífico no puede ser catalogado como delincuencia y mucho menos de "alta peligrosidad".
No es posible que estas cosas sucedan, debemos estar informados para exigir respeto a nuestros hermanos oaxaqueños, para exigir que sus demandas sean escuchadas, para exigir la libertad de los presos políticos llevados a lugares lejanos del país, debemos estar alertas para no permitir que se nos cierren todos nuestros medios de información, levantemos la voz contra la censura, si nos silencian estamos perdidos... No permitamos que coarten nuestra libertad, informémonos e informemos a los que nos rodean... Vayamos a los medios alternativos para obtener información, escuchemos radio amlo: www.radioamlo.org, leamos los blogs que nos mantienen al tanto de la información que se omite en la televisión y en la radio, no dejemos de estar atentos acerca de lo que sucede... escuchemos, pasemos la voz y denunciemos.

De la Edad Media a la paleolítica o la designación de Ramírez Acuña como secretario de gobernación

Estos cartones, de dos de los mejores caricaturistas del México actual (Helguea y Hernández), nos muestran lo que significa la designación de Francisco Ramírez Acuña como secretario de gobernación. Las palabras sobran...




martes, noviembre 28, 2006

Comentario 28/11/2006

Camilo Ná
Hoy se confirmó lo confirmado hace tiempo ya: será Francisco Ramírez Acuña el secretario de gobernación en el gabinete de Felipe Calderón. En días pasados hubo críticas desde distintos sectores por la inminente designación del ex-gobernador jalisciense. Hubo perredistas, priístas, ONGs, ciudadanos en general y hasta panistas que mostraron desagrado y preocupación ante tan anunciada decisión, pero Calderón se mantuvo en su empecinamiento..., y lo tenía que hacer: Ramírez Acuña fue el único que se jugó el pellejo por el ahora presidente espurio cuando nadie, absolutamente nadie, lo pelaba. Una deuda se paga, y se pagó. Además, en el círculo cercano a Calderón no desagrada dicha designación, pues todos van por la mano dura, la mano firme, la mano manchada, la mano llena de sangre. Su objetivo es apagar las voces de disconformidad a través del tolete, el gas lacrimógeno y la represión. No es extraño, para nada, que en estos últimos días las acciones represivas en Oaxaca se hayan recrudecido, pues quien ya está al mando de las operaciones no es el gobierno foxista, sino el calderonista. Calderón y su equipo de trabajo, en conjunto con el asesino Ulises Ruiz, mandaron reprimir y desalojar a los miembros de la APPO de Santo Domingo. Y no sabemos qué más vendrá, pero reinará, con Ramírez Acuña, la intimidación, la represión y la guerra sucia.

Por otro lado, a cientos de kilómetros de Oaxaca, en el recinto de San Lázaro en la ciudad de México, los diputados del PAN comenzaron a cumplir su promesa de llevar a cabo la toma de posesión del espurio “cueste lo que cueste”: secuestraron la tribuna y golpearon y empujaron (todos por igual, mujeres y hombres) a quien se lo tratara de impedir. Por su parte, los legisladores del PRD trataron de liberar la tribuna, pero han sido repelidos y agredidos por los que se dicen pacíficos (gases lacrimógenos y demás lindezas de los “defensores del estado de derecho”); que extraño es que de los lesionados, ¡todos!, hayan sido del PRD. Los panistas están preocupados y han perdido la cabeza, pues han querido tomar la tribuna cuando el PRD ni siquiera lo intentó. Las televisoras han mentido en todo momento, diciendo que fue el PRD quien tomó la tribuna, pero, ¿qué podemos esperar de esos mentirosos hipócritas?

Sin embargo, lo que queda claro es, en principio, la representatividad que han tenido (y muy pocas veces la han obtenido) los diputados del PRD. Hoy (como cuando se tomó la tribuna en el frustrado último informe de Vicente Fox) uno se puede sentir orgulloso de ellos. Por otro lado, se ha demostrado que México no es un paraíso, que hay disconformidad y que el fraude no se olvida, como no se olvida la campaña de odio que dividió (aún más) al país; tampoco se olvida la hipocresía ni el cinismo panistas. Donde sea que tome posesión Calderón (estaría bien que fuera en el zócalo, ¿no?, para que viera el verdadero apoyo popular que tiene, pero ahí, señores, no lo dudemos, peligraría su vida: con el pueblo indignado no se juega), será gracias a un dispositivo de seguridad inmenso y, claro, tomará posesión como lo debe hacer un espurio intolerante y cínico: con la cola entre las patas.

Censura: Radio Fórmula elimina los programas matutinos de Ricardo Rocha

Camilo Ná
Censura, censura, censura, censura, censura. Eso es lo que ha pasado en Radio Fórmula. El único programa que valía la pena en esa radiodifusora tan mediocre (imagínense, están ahí López Dóriga, Mario Beteta, Ciro Gómez Leyva y un sinfín de ineptos y venales seudo periodistas), el de Ricardo Rocha, ha sido sacado del aire en su edición de la mañana, es decir, de horario de 5:30 AM a 9:00 AM. En su lugar pusieron programas racistas y de derecha, que desinforman y que no dan las noticias con un gramito de objetividad, sino que todo lo ponen como malos o buenos, maniqueos, y claro, siempre los malos son los movimientos sociales y los buenos, faltaba más, el gobierno y el PAN. Además ven a la política como un tablero de ajedrez, y no como un medio por hacer de la sociedad algo más justo: según ellos, todo se arregla con comidas en restaurantes de lujo, comidas opíparas y sonrisas; las manifestaciones, en eso son intransigentes, no sirven....

Ricardo Rocha tenía un público amplio y la gente ahí podía expresar su disconformidad con Felipe Calderón y su apoyo a López Obrador. Pero ahora, ¿qué nos queda? Esta maniobra, no nos engañemos, es parte ya de la nueva política de “libre expresión” de Felipe Calderón. No quieren que se informe del 1° de diciembre, no quieren que la gente sepa que hay oposición: ellos desean un pueblo inepto y analfabeto reflexivamente, precisan una sociedad que solamente entienda de imágenes y no de letras. Eso quieren y eso van a intentar. No buscan educación ni personas inteligentes, no, claro que no, necesitan ignorantes que solamente digan y hagan lo que la televisión les indica, que no exista disconformidad ni voces disidentes. No nos engañemos. Tuvimos 70 años de PRI y el PAN quiero tener sus 70 años, o sus cien, o sus mil..., y los quiere tener con un régimen autoritario: su primer gran paso ha sido destruir los pequeños avances democráticos del país (a través del gran fraude) e imponer a un intolerante en la presidencia. Como la sociedad no se levantó en armas (aunque poco le falta), entonces, piensan, “vámonos duro”, e incluyen todo, intimidar, reprimir, asesinar, censurar, en fin, todo.

Apenas comienza esta lucha, pero no dejememos que nos venzan, porque cuando menos nos demos cuenta, no nos podremos levantar. Ojalá esta sociedad tenga la suficiente energía e inteligencia para combatir el régimen autoritario que apenas nos saluda con sus nuevas armas, como la censura y la inexplicable salida de los programas matutinos de Ricardo Rocha.

lunes, noviembre 27, 2006

Comentario 27/11/2006

Camilo Ná
Bravucón como siempre, Felipe Calderón declaró que asistirá el 1° de diciembre a San Lázaro y ello “no será por un capricho o estrategia de grupo, simplemente es una obligación constitucional que debo cumplir”. Por su parte, Ulises Ruiz le pidió al presidente electo-espurio-pelele “apoyo”..., que “le responda al pueblo de Oaxaca”. Estos dos especimenes de la política mexicana representan la corrupción, la hipocresía, la violación al estado de derecho y, además, la ironía, el fraude, la represión, la guerra sucia y el desprecio a la voz del pueblo, a la sociedad, a la ciudadanía. Son hermanos de ideología porque Calderón y Ruiz piensan, como única regla para solucionar los conflictos, la “aplicación” irrestricta de la ley; claro, siempre que no sea a ellos, que la violan y la maltratan siempre. Ruiz mata, a través de sus sicarios, a miembros de la APPO; por su parte, Calderón se frota las manos por ver, en los encabezados de los periódicos mediocres y cercanos al régimen: “mueren cientos de revoltosos. Fue su culpa, protestaron cuando no debían”.

Es preocupante la actitud tomada por estos señores. Su única visión del país es la represión, la guerra sucia y la intimidación. Son un peligro para México, para la libertad de expresión y para la cordialidad entre los mexicanos. No nos engañemos, el Ulises Ruiz de hoy es el Felipe Calderón del mañana. Represión y más represión, esa es la única consigna que entienden. Por eso la única salida de esta encrucijada nacional es la organización y la protesta, además del convencimiento. Los días que se avecinan se observan grises, pero cuando escampe (como diría Silvio Rodríguez en su canción “Rabo de nube”), habrá esperanza. Hoy huele a duras batallas por librar, pero después de ellas, después del polvo, la sangre, las lágrimas, vendrán las risas, las ansias de construir y de hacer de México un país libre, igualitario y justo. No nos dejemos ni nos rajemos.

Carcajadas produce ya la columna de Carlos Marín

Camilo Ná
Hoy Carlos Marín (no sabemos a ciencia cierta qué nombre darle a este personaje tan maquiavélico, lleno de rencor e ira hacia la libertad de expresión, con prejuicios acendrados y, seguramente, con traumas mayúsculos que ponen su racionamiento y equilibro mental en duda) titula su columna “Los falsos ‘líderes’ de la guerra por Oaxaca”, donde despotrica contra la APPO y, al finalizar su texto, menciona: “¿Quién volverá a tomar en serio a este cuate [Flavio Sosa] (o al profe Rueda) como interlocutor de un auténtico movimiento ‘social’?” De verdad, más que indignación, Carlos Marín da risa y conmiseración. En principio, no sabemos a lo que se refieren esas comillas de “social”, es decir, no entendemos qué entiende el chaparrito y pelón (no Calderón, sino Marín) por “social” y por los movimientos sociales existentes en México. Todo lo ha criticado con brutal irracionalidad: Atenco, Pasta de Conchos, Lázaro Cárdenas, Oaxaca, la resistencia civil pacífica..., todo, absolutamente todo. Y toda muestra de inconformidad es atajada por Marín y reputada de “babosada”, “pendejada”, “niñerías”, y demás calificativos soeces que tanto gustan al director del desprestigiado diario Milenio.
Pero, nomás en plan de chanza, utilicemos las mismas palabras de Marín, aunque cambiando algunas, para hacernos una pregunta fácil de contestar: “¿Quién volverá a tomar en serio a este cuate [a Carlos Marín] (o al que se cree sex symbol, Ciro Gómez Leyva) como interlocutor de un auténtico periodismo?” La respuesta es fácil: ninguna persona pensante.

Artículo El Occidental 27/11/2006

Los primeros pasos o el inicio de la caída

Jorge Gómez Naredo

En días pasados el gobierno de Vicente Fox anunció un aumento considerable en los precios de la leche Liconsa, la gasolina y el diesel. Sin embargo, no debemos observar esta medida, como el último coletazo de un gobierno mediocre y asfixiado; solamente algunos ingenuos podrían pensar así. Quien verdaderamente decidió dichos incrementos es el equipo (y los intereses detrás de él) del presidente fraudulentamente electo, Felipe Calderón. Las alzas, contrariamente a las versiones gubernamentales y de los medios de comunicación cercanos al régimen panista, afectarán a la población más desprotegida, pues pagar un peso más por cada litro de leche Liconsa, incide en la economía de millones de familias pobres; por otro lado, el transportista se verá forzado a incrementar sus tarifas y todo ello producirá un aumento generalizado en los precios de infinidad de productos y servicios. Estos problemas, sin embargo, no tienen importancia para Eduardo Sojo, próximo secretario de economía del gobierno espurio, quien argumentó en un tono irónico e hipócrita: “son los costos que se deben pagar para mantener la estabilidad económica del país”. El mensaje es claro: “no nos interesa el pueblo”.

Felipe Calderón es presidente electo gracias a un fraude, a la inquina de instituciones antes respetables (el IFE y el TRIFE) y al apoyo de grandes consorcios empresariales (que le han impuesto buena parte de su gabinete). Su campaña se basó en la mentira y en la hipocresía. Es más, en varios de sus discursos prometió no aumentar el precio de los energéticos ni de los alimentos básicos, ¿y qué pasó?: pactó, antes de tomar posesión, dichos incrementos. Calderón es la mentira andando y su gestión, que aún no inicia (y quizá, sería lo mejor, no debería iniciar) se vislumbra complicada: un presidente sin legitimidad, apoyado solamente por las televisoras, varios empresarios y por una élite política podrida y aristocrática; con un gabinete mediocre –la mitad neófito y la otra impuesto–, además de un ambiente de crispación y lucha de clases, donde una parte de la población, malinformada y acrítica, piensa que reprimir es la solución a todos los conflictos; y la otra, consciente de la injusticia cometida, del fraude electoral, la desigualdad, y encabezada por el presidente que eligieron, reconocen y al cual le dieron el triunfo, no deja de movilizarse ni permite salir a la calle al dizque ganador de las elecciones, sin miles de policías defendiéndolo del escarnio público. Difícil situación, no cabe duda.

Es cuestión de tiempo el polvorín que se avecina. Las clases medias de hoy (especialmente las del norte del país), tan dadas a la ignorancia y al pavoneo de sus pírricas conquistas (un auto nuevo, una casa pequeña, una escuela privada de bajo costo) no han comprendido del todo lo que significa un gobierno de derecha como el de Felipe Calderón. Argumentan, basados en falta de conocimiento e informaciones de la televisión, verdaderos absurdos. Es una verdadera lástima. Hasta que la situación empeore (y no hablamos acerca de más baches en las calles tapatías, sino de una pobreza extrema generalizada), se darán cuenta del significado de un gobierno de derecha y para la derecha. Y eso sucederá tarde o temprano.

Comenzamos el sexenio de Felipe Calderón (habría que ver si toma posesión) con un incremento en precios, hartazgo de buena parte de la población y una oposición estructurada en rededor de Andrés Manuel López Obrador como presidente legítimo de México. ¿Podrá mantenerse el michoacano, chaparrito, de lentes y pelón, en la presidencia? Seguramente no. Los gobiernos débiles y las personas sin capacidades políticas ven como única salida la fuerza pública (y Ramírez Acuña la garantizará con muerte, sangre y lágrimas). Pero, al final, ni toda la policía ni toda la crudeza de la represión, ni los violentos como el ex-gobernador jalisciense, son suficientes cuando un pueblo se encuentra harto de vivir en la desigualdad aberrante. Calderón comienza cayendo, y no lo dudemos, caerá con estrépito.

Amenaza a la libertad de expresión (y dos caricaturas)

Camilo Ná
Una caricatura de Helguera y otra de Hernández, aparecidas ambas en La Jornada. Son muy buenas y muestran, claramente, la tendencia el gobierno espurio. La libertad de expresión y de organización están siendo amenazadas. Por ejemplo, hoy salió del aire el programa Detrás de la noticia (programa conducido por Ricardo Rocha), en Radio Fórmula. No sabemos a qué se deba, si será solamente por hoy o ya no saldrá más al aire, pero este acontecimiento nos muestra lo siguiente: se comenzarán a cerrar los canales de expresión que no sean adictos al régimen panista. Por eso, no queda más que defender con tesón y acciones drásticas los espacios de libertad, como La Jornada, Proceso y los medios alternativos de comunicación. Ni un paso atrás. Estamos siendo atacados por todos lados, pero no nos vamos a dejar ni nos vamos a rajar.
El chaparro y el gordo...


La cabeza del espurio solamente entiende de macanas, gases lacrimógenos, golpes, represión y guerra sucia.

domingo, noviembre 26, 2006

Artículo La Jornada Jalisco 26/11/2006

Ramírez Acuña en el gabinete: la lucha que comienza

Jorge Gómez Naredo

Sólo faltan horas, minutos, segundos, para que, con bombo y platillo, el gris ex gobernador jalisciense, Francisco Ramírez Acuña, sea anunciado por Felipe Calderón como próximo secretario de gobernación. La mano dura se impondrá y se echará a andar un sistema de intimidación y represión: la policía fungirá como eje central de la política de “reconciliación”; por su parte, el tolete y el gas lacrimógeno serán utilizados para respetar al intocable e incriticable estado de derecho. En Jalisco, muchos ciudadanos malinformados por la televisión, gritarán al unísono con un tono regionalista y cerril: “un jalisciense en la secretaría de gobernación”. Ufanos pensarán que Jalisco es tierra de buenos políticos: “ve nomás a Alberto Cárdenas y a Ramírez Acuña, están en las alturas”.

Los nombramientos en el gabinete de Felipe Calderón son una mezcla de deudas, lealtades e intereses a pagar. Los amarres políticos y el “llegar a acuerdos” es lo principal, sin importar los golpes bajos y las largas negociaciones internas. La fórmula es poner hombres que representan intereses minoritarios y que actuarán, durante su gestión, no en beneficio de la población, sino de ciertos grupos empresariales y políticos. En esta lógica lo que menos importa es la sociedad en su conjunto, los votantes, los más desprotegidos..., el pueblo. No se precisa conocimiento ni capacidad para dirigir una secretaría; cualquiera puede hacerlo, siempre y cuando cumpla los mandatos de sus amos. Esa es la política según el credo panista, en la cual la lucha por el poder no se da a partir del beneficio de la población, sino de quienes llevaron a tal o cual personaje a las alturas: yo te doy, tú me pagas. Una política de mentira, de simulación, de hipocresía; una política alejada de los intereses de las mayorías y cercana a los intereses de ciertas (y aristocráticas) minorías.

Ahora bien, ¿qué pasa cuando alguien, algo o algunos deciden enfrentarse a ese tipo de dinámicas “políticas”? Se cierran las puertas al poder y los caminos democráticos se estrechan: hay fraudes, campañas sucias y la televisión (siempre presente en la conformación de los gabinetes presidenciales) decide declarar inexistente una realidad común y constante. Pero, ¿y cuando esa verborrea mediática, junto con los intelectuales intolerantes cercanos a la derecha y los analistas políticos de chismes, no pueden contener el odio y la inconformidad social? Se abre paso a la represión, a la mano dura, a la respetabilidad, por sobre todas las cosas, del estado de derecho. Se habla de violentos, de enemigos de México, de peligros para el país. Se crea un ambiente de zozobra, de miedo entre la población, de esquizofrenia, todo con la intención de tener, en el momento necesario, el apoyo de ciertos (a veces muy pequeños) grupos de la sociedad para reprimir y emprender una guerra sucia de intimidación constante. Ésa será la labor, desde la secretaría de gobernación (o, muy improbablemente, desde la de seguridad) de Francisco Ramírez Acuña.

El ex-gobernador jalisciense le apostó a Felipe Calderón e hizo todo para que ganara. Creó, en el estado de Jalisco, un ambiente de linchamiento contra cualquier expresión de disconformidad y, especialmente, para contrarrestar el avance de la popularidad de Andrés Manuel López Obrador. El 2 de julio fungió como una pieza clave para estructurar el fraude en Jalisco en apoyo a Felipe Calderón. Había hecho mucho por el triunfo del panista y eso se paga; y se paga con la secretaría de gobernación.

¿Qué podemos esperar de Ramírez Acuña en la secretaría de gobernación? Nada bueno. Todo se resolverá con la fuerza. Las escenas de granaderos enfrentándose con la población civil se repetirán; la intimidación será, como actualmente se da en Jalisco, una constante en el régimen. Pero México no es Jalisco y un político tan tosco y cerril tiene pocas expectativas a nivel nacional. Entre mayor sea la represión y más intensa la guerra sucia, más fuertes serán las respuestas de la sociedad civil y de la oposición, ahora estructurada en rededor de Andrés Manuel López Obrador como presidente legítimo de México. Ramírez Acuña representa un impedimento a la libertad de expresión y un retroceso en los avances democráticos del país, pero, como su jefe Calderón, llegan al poder en medio de un cerco militar con una ilegitimidad inmensa. Sólo queda esperar, aguantar y, de manera pacífica, responder. No olvidemos que las respuestas del pueblo ultrajado no admiten conmiseración.

Comentario 26/11/2006

Camilo Ná
Mientras en Oaxaca la APPO y la Policía Federal Preventiva (PFP) libraban una batalla campal, en Guanajuato, Fox y Abascal celebraban una fiesta de despedida (¿de qué, no lo sabemos?, pues nunca quisieron gobernar). Una nítida metáfora, no cabe duda, del desprecio de los panistas por las realidades del país, de la gente pobre y de los conflictos sociales. En Oaxaca la entrada de la PFP provocó, más que calma, un alud de violaciones a los derechos humanos y encono. Aunado a eso, el sátrapa de Ulises Ruiz (quien cree que matar es solucionar los conflictos) es mantenido con total impunidad por el PAN, quien compra con ello el apoyo del PRI a Felipe Calderón el 1° de diciembre.

Oaxaca debe ser el punto de unión de las izquierdas. No se debe actuar con sectarismos; todos los movimientos sociales (incluido el levantado en torno a López Obrador) se deben unir. La Otra Campaña, por su parte, no puede seguir mirando a todo movimiento político como “cercano” al poder: o se unen las izquierdas o la división será benéfica para la derecha autoritaria e intransigente.

Por otro lado, Andrés Manuel López Obrador continúa su gira por el norte del país. Allá el apoyo es poco, pero con esfuerzo, tesón y obstinación (características, no cabe duda, de AMLO), se puede llegar a levantar un movimiento fuerte y estructurado. El PRD, por su parte, no puede seguir vendiéndose al mejor postor. Hace falta trabajo de base (en el norte, especialmente); si los perredistas no lo quieren hacer, los ciudadanos conscientes deben emprender dicha labor. El norte se puede conquistar, paso a paso, pero se necesita esfuerzo y, sobre todo, energías y gente capacitada tanto política como ideológicamente. No se trata de ganar las elecciones (es importante, pero no lo principal), se debe buscar, sobre todo, levantar un movimiento donde la igualdad y la justicia, más que las canonjías políticas, sean los motores que den vida.

viernes, noviembre 24, 2006

Comentario 24/11/2006

Camilo Ná
Los nombramientos de Felipe Calderón de los llamados gabinetes económico y social nos muestran, nítidamente, la tendencia del gobierno espurio: secretarios forjados en la educación privada, sin conocimiento del tema a abordar y sin sensibilidad social. Además, la división entre lo social y lo económico es una clara muestra de las pocas miras de los panistas, pues piensan que ambas áreas están separadas, que una no se relaciona con otra, que no se conjugan ni se compenetran. Dicho gabinete (con la incorporación, seguramente, del delincuente represor Francisco Ramírez Acuña) lo más que puede merecer es el término de mediocre. Pero, más que eso, es nocivo para el desarrollo del país y para los ideales de justicia e igualdad. La mayoría de los secretarios son deudas pagadas por Calderón a sus dueños: ahí están los ejemplos de Luis Téllez y del mismo Alberto Cárdenas.

Felipe Calderón está maniatado, es, como lo dice y demuestra nuestro presidente legítimo, un vil pelele. ¿Qué expectativas tenemos con los mediocres y corruptos recién nombrados “secretarios”? Nada, absolutamente nada. Por eso, no debemos cejar en la lucha y esa lucha debe plantearse, prontamente, la caída de Felipe Calderón como presidente. Se necesita imaginación y presión (tanto desde el congreso, desde la presidencia legítima de México y, especialmente, desde la sociedad). Ojalá el PRD, el FAP y la sociedad estemos a la altura de la lucha. Sabemos de antemano que López Obrador lo está.

jueves, noviembre 23, 2006

Primera iniciativa de ley del gobierno legítimo de México

Camilo Ná
Ayer presentó Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, una iniciativa de ley de precios competitivos, que busca erradicar los exagerados cobros de algunos bienes y servicios. Dicha propuesta es muy buena, porque tratará de menguar los poderes de los monopolios, como Bimbo (a través del boicot nos dimos cuenta que buscar otras opciones que no sean Bimbo es una tarea titánica) y otros. Es un largo trayecto el que tiene que pasar la iniciativa, pues primero va a los diputados del Frente Amplio Progresista, para de ahí pasar al congreso. Los panistas y los priístas no van a querer pasar la ley, pues sus intereses están con las grandes empresas y en contra de los beneficios de las mayorías. Pero ahí mucha gente, esperemos, se dará cuenta de quiénes son Calderón y sus secuaces del PAN y el PRI. Aunque para ello tengamos que romper el cerco informativo (que hace inexistentes propuestas, protestas, voces, miradas e iniciativas) de las televisoras y de buena parte de la prensa escrita y radiofónica.

miércoles, noviembre 22, 2006

Toma de posesión: fotos desde el pueblo [1]

Fotos de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como presidente legítimo de México, con zócalo lleno, a pesar del infinito frío y del cerco informativo.


En el estrado, con el águila juarista, hoy lopezobradorista.


La gente, a pesar de las bajas temperaturas, ahí estaba, sí, ahí, junto a su presidente.


El júbilo estaba presente, con todo y el frío insoportable.


La bandera fue testigo, la bandera de todos, de la plaza pública y del cielo mexicano, de los ojos de todos y las manos de todos: ahí estaba el pueblo con su presidente, en espacio abierto, sin temerle a la gente; ¿Calderón, dónde quiere tomar posesión? ¿y con cuántos efectivos policiacos se defiende? Hay diferencias, ¿verdad? No nos engañemos: quien tiene el apoyo de la gente (y quien ganó en las elecciones) fue Andrés Manuel López Obrador, no ese chaparro mediocre y asesino que se dice "presidente electo".


A sus órdenes, señor presidente.


Y todos, los más grandes y los más pequeños, estaban ahí, con su presidente.


Y Cuba llegó, hermanándose con México.


A pesar del frío (y más para un recién cubano llegado de La Habana), Silvio Rodríguez cantó dos canciones, una dedicada al "presidente López Obrador", y otra, a la esperanza del pueblo mexicano.


Silvio con el águila juarista-lopezobradorista atrás.


Está el foco verde: eso indica que seguimos, que vamos en marcha, luchando, para conquistar un sueño, el sueño de ser demócratas, más justos y, por supuesto, infinitamente más igualitarios, sin racismo ni discriminación. Y vamos luchando, luchando vamos...



Fantamas para la televisión..., pero estamos vivos, muy vivos, y alzamos la voz con fuerza, llenos de alegría, gritando: "se ve / se siente /tenemos presidente".

Toma de posesión: fotos desde el pueblo [2]

Algunas fotos más de la larga jornada del 20 de noviembre de 2006...

Zócalo lleno...


Gente con frío, tiritando, pero feliz, llena de esperanza y alegría.


En las pantallas, el señor presidente.


Frío, frío y más frío, pero la gente ahí, junta, cercana, próxima, amiga...


Las banderas con el águila juarista, hoy lopezobradorista.


Los puños arriba...


Y todos querían ver, sentir, esuchar, estar...


Frío..., y esperanza.


Gente, gente, pueblo, más pueblo, así, alegre, con López Obrador; ¿cuándo Calderón saldrá a una plaza pública sin tener miedo a ser abucheado?



Cantando el himno nacional...

Toma de posesión: fotos desde el pueblo [3]

Más, más, más fotos....

En el Club de Periodistas, Ruis, Helguera, El Fisgón y Hernández. La risa y la burla no se hicieron esperar...


El Fisgón hablando y haciendo reír.


Un colectivo de Bloggeros (en el cual, este servidor participó), muestra su apoyo a la APPO.


Bloggeros de Cuernavaca, Jalisco y el DF.


Y miren al borracho y corrupto Calderón...


Los cuernos, ¿se los pondrá Margarita? En fin, poco inmporta, un traidor y asesino lo es sin o con cuernos.


Tirado beodo, con boletas robadas en sus bolsillos....


La realidad....


Los pies que llevan a todos los lugares y que vienen de todas partes, los pies del pueblo, que el 20 de noviembre de 1910 se levantó en armas, y el de 2006, nombró a su presidente legítimo.

martes, noviembre 21, 2006

Crónica sobre la toma de posesión 20/11/2006

El pueblo proclama a su presidente legítimo


Jorge Gómez Naredo
Tomado de La Jornada Jalisco

Eduardo del Río, mejor conocido como Rius, patriarca de la caricatura política mexicana del siglo XX, estaba esperando en el club de periodistas a El Fisgón, Hernández y Helguera (todos caricaturistas de La Jornada), que no llegaban y ellos los encargados de presentar su nuevo libro Votas y te vas. El público, apretujado ya, no dejaba de gritar: “Hoy, a las cinco, tenemos gobierno digno” y “Tenemos presidente”. No se equivocaban: en un largo 20 de noviembre, el México desde abajo gritaría todo su enojo y su fe, sus cuitas y sus expectativas, y al final del día se retiraría del zócalo con su presidente al frente, su jefe, su líder; con esperanza.

El centro de la ciudad de México, desde el sábado 19 de noviembre, parecía “pejetitlán”; el zócalo era, sin duda, un “pejebúnker”. Miles de seguidores caminaban por las calles 20 de noviembre, Madero, 5 de mayo, Juárez y Tacuba; los gritos improvisados no se hacían esperar: “Es un honor / estar con Obrador”... Había incluso marchas espontáneas, que salían, llegaban, volvían a salir y nuevamente llegaban; unos iban al campamento de la APPO, en la entrada de la cámara de senadores, para demostrar la solidaridad con el movimiento oaxaqueño. Eso pasó con los “bloggeros” (de varios estados de la república, incluyendo Jalisco), que encabezaron una manifestación con pancartas, gritos altos y sonoros: “Es un honor / postear para Obrador” (postear es subir a la red información, imágenes o videos), se repetía constantemente.

El zócalo, como en anteriores ocasiones, se llenó con los delegados de la Convención Nacional Democrática. Desde las tres de la tarde, más de la mitad de la mítica plancha capitalina estaba completamente abarrotada. A las cuatro, pocas personas podían ingresar a ella. Las calles 20 de noviembre y Madero se fueron llenando lentamente. A las cinco inició la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como presidente legítimo de México. Ni el frío, ni las nubes grises amenazando llover, ni los medios de comunicación que declararon, desde hace meses, la inexistencia de millones de hombres, nada, pudo evitar que a las cinco de la tarde millones de mexicanos gritaran y lloraran de alegría. Eran las cinco de la tarde, no como aquellas cinco de la tarde del poeta granadino Federico García Lorca, que anunciaba muerte y desolación. No, estas cinco de la tarde eran alegría, esperanza, bríos, júbilo. Sí, el México de abajo tenía a su presidente, a su legítimo presidente.

La imagen es clara desde la plancha del zócalo: la voz de López Obrador retumbando en los oídos de decenas de miles de personas, donde las hazañas se hacen posibles y las esperanzas se convierten en gigantes. Todo parece asible, asequible, cercano. Los poderes fácticos y la imposición se empequeñecen: la utopía aparece enfrente de cada seguidor y se dibuja una sonrisa, un “no pasarán”, un “sí se pudo”. Y no es para menos: más de dos años de guerra sucia, de desprestigio mediático, de discriminación y racismo no han logrado amainar las ganas de transformar al país; ni un fraude ni cientos de calumnias han podido sepultar las esperanzas. Las cosas van..., y van bien.

El primer discurso de López Obrador como presidente legítimo de México dejó ver, si no todo un sistema de acción, sí algunos puntos esenciales de su venidera gestión. El eje central, por el momento, será el congreso de la unión: enviará propuestas de ley a los diputados del Frente Amplio Progresista (FAP) para, de ahí, poder incidir en la realidad legislativa mexicana. Es decir, más que un contrapeso, será un gobierno que actúe desde la trinchera de las cámaras. Y todo tiene lógica. En México, debemos recordar, gobiernan tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Si se tiene presencia en uno, se podrán realizar reformas y tener influencia, siempre y cuando el PRD no se divida ni Cuahutémoc Cárdenas empañe la unidad buscada por largos años. Hay, además, una ventaja del gobierno lopezobradorista, pues a diferencia del que posiblemente encabece Felipe Calderón (pues no sabemos si llegará a tomar posesión), no está atado de manos por los intereses creados durante la campaña electoral. Si, por ejemplo, López Obrador envía (por medio del FAP) una iniciativa de ley para la cultura y la ciencia a la cámara de diputados, donde se beneficie la educación pública y la investigación, el PAN y el PRI, maniatados por intereses que buscan la privatización de la educación, se verán entre la espada y la pared, pues el pueblo se dará cuenta (a pesar del cerco informativo) de sus verdaderos intereses. Así pues, más que un contrapeso, el gobierno encabezado por López Obrador incidirá desde el poder legislativo y se verán, no lo dudemos, las grandes diferencias de proyectos de nación: por un lado el lopezobradorista, cercano al pueblo y, por el otro, uno de empresarios y para empresarios. ¿Verdad que sí gobernará? Otro campo de acción (quizá el principal a largo plazo) es la lucha en contra de las privatizaciones de los recursos naturales y de la corrupción; además de la batalla a favor de un estado de bienestar. Éstas serán consignas prontamente tomadas por el grueso de la población; y con el tiempo, la campaña mediática de desprestigio caerá ante el peso de los hechos.

Los analistas políticos cercanos al PAN y los presentadores de televisión demeritan un “gobierno legítimo” y le quitan toda visibilidad y viabilidad. Es más, se burlan de él (y, por ende, de millones de personas que apoyan a la CND y a López Obrador), un ejemplo es Carlos Marín, periodista gris y bravucón que a los cuatro vientos estigmatizó a millones de delegados con el nombre de “república patito”. Pero a pesar de ellos, en el zócalo, el 20 de noviembre, la revolución de 1910 volvió a nacer y la esperanza de un México más justo se agigantó, se hizo real, se transformó en posible.

Al finalizar la toma de posesión, la leyenda de la trova cubana, Silvio Rodríguez, a pesar del frío y de las indicaciones médicas de no exponerse al viento helado, entonó dos canciones y declamó otra. Cuando comenzó a tocar Ese hombre, entabló un diálogo con el público: “Hace un tiempito, el presidente López Obrador me dijo que le gustaba esta canción y que era algo que todos los políticos debían escuchar. En ese momento me dio la autorización para cantársela esta noche”. Los arpegios del trovador cubano comenzaron a escucharse y de su voz salieron las palabras: “Ese hombre que por hechos o dichos, es respetado tanto; ese hombre que por dichos o por hechos, es festejado tanto / debiera olvidar, que casi iba solo, cuando desnudó, aquella emoción, que ahora es de todos / debiera olvidar, que casi iba solo, cuando conquistó, el cetro que hoy, le ciñen a coro”. López Obrador escuchaba la música; a su lado, el pueblo vivía la canción y pedía, con sus miradas, un “no nos falles”.

Seguramente allá, en la llamada casa de transición panista, con un cerco de cientos de policías, rodeado de elementos del estado mayor presidencial y vallas y bardas y pistolas y macanas y gases lacrimógenos, Felipe Calderón estaría añorando ser querido, amado y respetado por el pueblo de México; desearía haber estado ahí, en el zócalo, rodeado por el pueblo y no por el ejército; lleno de alegría y no de tensión; pletórico de cordialidad y no de enemistad. Pero cada quien tiene lo que se merece, y aquél que se prestó a un fraude, no puede tener más que un mundo de murallas, donde pasear libre por una plaza pública junto a los ciudadanos resulta una amenaza, un verdadero peligro. Pero nadie pensó en Calderón; la derecha se quedaba, por un día, en el olvido. El 20 de noviembre era el día de López Obrador, el comienzo de una nueva lucha, de un pacto; era, ni más ni menos, la fe y la esperanza de un pueblo depositada en un hombre. Por eso no faltó quien, al acercarse al presidente legítimo de México, comentara a un familiar: “Si lo vi, tía, pero no lo alcancé a tocar”. El zócalo rugía: el presidente añorado por décadas había llegado.

domingo, noviembre 19, 2006

Artículo La Jornada Jalisco 19/11/2006

La realidad oculta

Jorge Gómez Naredo

Joachimn Fest, controvertido historiador y periodista alemán, es uno de los grandes conocedores del régimen nazi y de la vida de Hitler (sus puntos de vista al respecto son cuestionables y han sido criticados en no pocas ocasiones). Hace algunos años publicó El Hundimiento (Der Untergang), una crónica de los últimos días de Hitler en el poder, cuando todo estaba perdido para los alemanes en la segunda guerra mundial, pues por el este el ejército rojo avanzaba sobre Berlín y, por el oeste, Estados Unidos, Francia e Inglaterra tenían el control hasta el río Elba. El Hundimiento fue base para la película conocida en México como La caída (dirigida por Oliver Hirschbiegel y protagonizada por Bruno Ganz), una estremecedora visión de las últimas horas del tercer Reich, donde se observa cómo el mando nazi, sin importarle el sufrimiento del pueblo alemán, seguía empecinado en ganar una conflagración perdida de antemano.

En El hundimiento, Fest describe admirablemente cómo el régimen alemán, a unos días de la entrada de los soviéticos a suelo berlinés, seguía obstinado en transmitir por radio una visión halagüeña de la situación. Joseph Goebbels, incondicional de Hitler y creador de la estrategia de propaganda del partido nazi (una de sus famosas frases fue “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”, seguida a rajatabla en la reciente campaña electoral panista), continuaba azuzando a los alemanes para defender la capital germana; auguraba éxitos inexistentes cuando las tropas soviéticas masacraban la poca resistencia civil. Es decir, mientras el régimen nazi fenecía, Goebbels ofrecía en la radio y en los pocos periódicos publicados, una visión irreal y alejada de todo sentido común. Pese a ello, dicha estrategia aún tenía encanto y muchos alemanes salían a las calles y se alistaban para “ganar la guerra”, participar en la victoria y defender al Führer. No todos creían las falacias. Fest menciona al respecto: “La propaganda, decía una frase muy corriente entonces, es como la orquesta de un barco que se está hundiendo, que, cuando la vorágine ya lo está arrastrando al fondo del mar, aún sigue tocando alegres melodías..., porque todas las demás partituras han sido requisadas”.

¿Por qué hablar ahora de la propaganda nazi a finales de la segunda guerra mundial? Simple: en México sucede, guardando las distancias pertinentes, lo mismo. El gobierno encabezado por Vicente Fox está empecinado en jugar a lo irreal y a lo inexistente. Los discursos tanto del presidente todavía en funciones (si a eso se le llama funcionar) y de su vocero, solamente demuestran un alejamiento de lo realmente habido en el país. Para Los Pinos la economía va bien, el crimen ha sido sofocado, el narcotráfico está “controlado” y la democracia es un hecho consumado, sin vuelta atrás. Cada uno de los secretarios de estado siguen dicha lógica: en sus informes y declaraciones observamos una realidad jamás vista en las calles ni en los rostros y bolsillos de los mexicanos.

Las cifras oficiales, siempre amenas y halagüeñas (y también risibles), silencian una realidad donde la pobreza y la desigualdad aumentan día a día. La constante salida de miles de mexicanos hacia Estados Unidos nos recuerda, cotidianamente, que las esperanzas y expectativas en el país son escasas. Sin embargo, en lugar de mostrar preocupación por un ambiente tan alarmante, el gobierno panista prefiere soñar y habitar en un mundo fantástico llamado “foxilandia”.

Si comparamos esta situación con lo vivido en la Alemania de 1945, nos encontramos grandes similitudes. Allá, en la Alemania derrotada y ocupada por los ejércitos aliados, la radio fungía como un elemento de distorsión de la realidad, donde lo negro era blanco y la derrota se disfrazaba de una victoria próxima. Acá, en el México de 2006, la televisión ocupa dicho papel. Los espots repetidos hasta el hartazgo en la pantalla chica nos muestran un país democrático, viable y lleno de energías para continuar por el camino del desarrollo y la estabilidad; sin embargo, abajo, entre el pueblo y las capas más desprotegidas, dicha verborrea carece de sentido, pues la realidad se impone y nos dice, con feroz elocuencia, que el dinero no alcanza, el trabajo es mal remunerado, la desigualdad (donde unos cuantos tienen todo y millones nada) es la constante; y, por supuesto, que las vías democráticas para un verdadero cambio, han sido clausuradas. ¿Qué pensarán los asesores y publicistas de Vicente Fox y del PAN? ¿Acaso estarán realmente convencidos de las falacias enunciadas? Seguramente no: como Gobbels, Hitler y la élite del régimen nazi al final de la conflagración, saben, de antemano, que la batalla está perdida y que su única victoria son unas palabras huecas que, a la población, poco dicen. ¿Cuándo entenderán los panistas que la realidad no es una pantalla de televisión?

miércoles, noviembre 15, 2006

AMLO en la asamblea del 14 de noviembre de 2006

Este video (aún falta mejorar la calidad, pero algo es algo), es una parte de la intervención de Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, en el hemiciclo a Juárez el 14 de noviembre de 2006. Llama a asistir al zócalo el próximo día 20 y reitera el apoyo a la APPO y a la heroica lucha del pueblo oaxaqueño.


AMLO en el Hemiciclo a Juárez, 14/11/2006 [1]

14 de noviembre: asamblea convocada por Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, para informar y reiterar el apoyo prestado a la lucha del pueblo Oaxaqueño. No fue una concentración multitudinaria, si la comparamos con las grandes manifestaciones después del 2 de julio, pero para ser martes y a las cinco de la tarde, fue una nutrida concurrencia. AMLO habló fuerte y nuevamente fustigó a los medios de comunicación tradicionales (léase televisión y buena parte de la radio y la prensa escrita) por su maniquea manera de observar el mundo, de declarar inexistente a uno de los movimientos sociales más importantes en la historia de México. Lo hizo y la gente le aplaudió: se nota el hartazgo de la población hacia televisoras tan tendenciosas como Televisa o TV Azteca.


* El hemiciclo a Juárez ya estaba lleno antes de tomar la palabra Andrés Manuel López Obrador


* La torre latinoamericana al fondo.


* Todos escuchando, atentos, a las palabras de López Obrador.

También López Obrador reiteró el apoyo a la APPO: no es cuestión de “subirse” al movimiento, no, claro que no, la cuestión es apoyar y hacer presente el sentimiento de solidaridad, tan pocas veces visto en México. La gente, nuevamente, como en las multitudinarias asambleas o en el plantón, tomó energía de su líder, ese proceso en que López Obrador produce sonrisas, gritos, muestras de apoyo, en fin, es un cúmulo de energías lo que se observa en dichas asambleas.


Al final, la gente comenzó a cantar las mañanitas, pues el 13 de noviembre fue el cumpleaños de AMLO. Los asistentes se veían contentos, listos, prestos, llenos de tesón y valor para continuar la lucha y estar, indiscutiblemente, el próximo 20 de noviembre en la ascensión de AMLO a la presidencia legítima de México. ¡Ni un paso atrás! A continuación unas fotografías de la asamblea.

* ¿A poco no se ve bien el entusiasmo y la gente apoyando a la APPO y a la Convención Nacional Democrática?


* El discurso iniciaba...


* No podían faltar las felicitaciones al presidente legítimo de México por su cumpleaños, el día anterior, 13 de noviembre.



* Y habló de Oaxaca, del presidente espurio, de los medios de comunicación corruptos y del amor...

AMLO en el Hemiciclo a Juárez 14/11/2006 [2]

Más fotos de la asamblea del 14 de noviembre de 2006, en el Hemiciclo a Juárez.




* El presidente legítimo de México hablándole a su pueblo.


* Los puños en alto, las ganas de seguir luchando.


* La energía transmitiéndose junto con las voces de un sempiterno no silencio, de un "no pasarán": el ambiente sabor a victoria.


* No podían faltar los saludos.


* La esperanza en los rostros; el enojo en el rictus, ¿qué hará Calderón con este encono e indignación?


* Cantando el himno nacional, con la mano levantada, siempre, la mano izquierda.

martes, noviembre 14, 2006

Poder y resistencia: algunas palabras de Eduardo Galeano



En este vídeo aparece Eduardo Galeano, un verdadero genio de la palabra y la opinión crítica. Su libro Las venas abiertas de América Latina es un clásico y nos da cúmulo de reflexiones sobre el desarrollo histórico de nuestros países y la intervención extranjera. No es historiador, pero cualquier historiador de cubículo (de los que se dicen académicos y científicos) desearía haber escrito dicho libro, aunque para ello hubiera necesitado mil años. El pensamiento crítico no se aprende en las aulas, sino en la observación del mundo que nos rodea, en la lucha y en el dolor.

Hay muchos textos de Eduardo Galeano, la mayoría publicados en México por Siglo XXI. Son de mencionar El libro de los abrazos, El fútbol a sol y sombra y Bocas del tiempo. Leer a Galeano es un verdadero placer. Junto con Mario Benedetti y Daniel Viglietti, forma, en mi opinión, la triada crítica del Uruguay. En este vídeo se habla de las mentiras de los medios de comunicación y de la manera en cómo los hipócritas oligarcas se arrogan el derecho de calificar quién es democrático y quién no. La frase final es elocuente. Cuenta Galeano que en una entrevista hecha a un venezolano se le preguntaban por qué quería que Hugo Chávez siguiera en el poder, a lo cual contestó: “Yo no quiero que Chávez se vaya porque no quiero volver a ser invisible”. La conferencia de Galeano se ve medio cortada porque se omite la traducción simultánea al italiano.
La lucha sigue y este tipo de palabras nos dan esperanzas y fuerzas para continuar, para cambiar a México y, por qué no, al mundo.

lunes, noviembre 13, 2006

¡No permitamos el bloqueo de las manifestaciones!

No podemos aceptar retrocesos, no permitamos que nuestro derecho de expresarnos y alzar la voz sea acallado de nuevo. Tomar las calles como forma de protesta costó mucho: sangre y represiones; se logró en 1968 con la organización de los estudiantes, con marchas emblemáticas como aquélla del silencio… No podemos permitir que ahora, se nos vuelva a quitar ese derecho de levantar la voz, es nuestra única arma disponible, sin nuestra voz, sin la expresión de ésta en las calles no existimos, somos ciudadanos invisibles.

Estemos atentos a esa iniciativa de ley para regular las manifestaciones públicas que los diputados de la Coalición Parlamentaria Socialdemócrata pretenden hacer pasar en la ciudad de México. En Jalisco, en Querétaro, se bloquean ya los espacios para la libre manifestación de las ideas contrarias al poder en turno, no permitamos más retrocesos.

Saben que somos muchos los que no estamos de acuerdo con un gobierno espurio, saben que las voces seguirán levantándose como denuncia de la corrupción y el bandidaje que el nuevo gobierno impuesto traerá. Tienen miedo y no les queda otra opción que bloquearnos; quieren un país “democrático” en que se respete el “estado de derecho”, sin importar que se coarte la libertad de expresión y las manifestaciones de voz que les recordarán sus trapacerías, temen terriblemente a las críticas y al alzamiento de la voz que los sigue y seguirá durante todo su gobierno espurio.

domingo, noviembre 12, 2006

Artículo La Jonada Jalisco 12/11/2006

Felipe Calderón: hombre de tolete y gas lacrimógeno

Jorge Gómez Naredo


Faltan pocos días para la toma de posesión (si puede) de Felipe Calderón y ya se comienza a sentir un clima de represión, intransigencia y guerra sucia. En Oaxaca han sido secuestrados decenas de simpatizantes de la APPO por miembros de la Policía Federal Preventiva (PFP); la tortura es común, el libre tránsito ha sido violentado y la población vive con miedo, tanto de los esbirros de Ulises Ruiz como de los militares disfrazados de gris.
En otras entidades como Querétaro, Estado de México y Jalisco, la intolerancia de los gobiernos locales se ha reforzado. La intimidación se generaliza en todo el territorio nacional y los presentadores de noticias en televisión azuzan el clima de intransigencia y provocan miedo entre los televidentes: protestar es visto como un delito y un desafío a la “paz” y la “concordia” entre los mexicanos; salir a las calles y expresar una disconformidad se etiqueta como un atrevimiento y verdadera amenaza al estado, a las leyes y al “futuro” del país. En las secretarías de gobernación y de seguridad pública, en el PAN y dentro del equipo de “transición” de Felipe Calderón, se estructura una toma de posesión “sin incidentes”, donde el ejército tome tanto el exterior como el interior del palacio de San Lázaro. El diputado panista Jorge Zermeño, presidente de la Cámara de Diputados, declaró sin ambages: “El 1° de diciembre habrá cambio de poderes y nadie puede estarse moviendo con base en amenazas, chantajes o advertencias. No habremos de permitir que nadie impida [sic] la celebración de este acto que no tiene por qué empañarse”. Es decir, Calderón será presidente cueste lo que cueste; aunque la población sea reprimida y los derechos ciudadanos más elementales sean violados. Esa es la tónica y el ambiente.
Por su parte, Felipe Calderón ha continuado amenazando tácitamente a los disconformes y sus discursos (siempre a puerta cerrada), más que de reconciliación, parecen de intimidación y avizoran un México lleno de violaciones a las garantías individuales. La guerra sucia, redimida por el PAN, y la represión, siempre apoyada por los medios de comunicación electrónicos, serán las soluciones a cualquier disconformidad. En una intervención hecha el martes 7 de noviembre, el dizque presidente electo justificó la represión, los actos de intimidación y la guerra sucia; el Estado, según el presidente ilegitimo, tiene “la primera, irrenunciable y más importante obligación […] con la legalidad y el estado de derecho”; además, prometió “guardar y hacer guardar la ley, la Constitución. Pueden estar seguros que nadie estará en la convicción de que puede estar por encima de la ley y que vamos a luchar con todos los recursos del Estado para cuidar la integridad física y patrimonial de las familias mexicanas”. En la concepción calderonista del Estado no importa distribuir la riqueza, hacer un México más justo e igualitario; lo esencial es la ley, el respeto a ésta y su cumplimiento. Cabe preguntarse, ¿de qué ley estará hablando?
En nombre de la ley se podrá secuestrar, matar e intimidar, pues la ley está sobre todas las cosas. No importa que sea injusta, que le dé mucho al rico y nada al pobre, es la ley y se debe respetar y, claro está, quien la viola será sujeto de una reprimenda ejemplar, la mano duda, la mano de Calderón, de los intereses que éste representa. Nada de protestas ni de disconformidades, pues con ellas se viola la ley de las buenas costumbres, la ley impuesta por los de arriba y para los de arriba: el estado de derecho impoluto e incuestionable. La sentencia del juez (siempre dado a guiñarle el ojo al poderoso) será la última palabra, aunque no sea justa y esté plagada de amarres en lo oscurito, de corrupción y tráfico de influencias. La ley es la ley (dicen los de arriba) y más ley si es la nuestra y la que nos beneficia.
Felipe Calderón representa un retroceso para las libertades de expresión, organización y asociación. La imposición del michoacano está marcada por la corrupción y, cosas de la vida, por la violación flagrante a las leyes electorales, por ende, su discurso del respeto al “estado de derecho” no es más que hipocresía. Se avizoran, no cabe duda, tiempos de intimidación, guerra sucia y represión. Pero la última palabra la tiene el pueblo, ese mismo pueblo heroico que, por ejemplo, en Oaxaca, ha logrado organizarse y luchar en contra de un cacicazgo aberrante. Felipe Calderón tiene el tolete y el dinero, pero acá, abajo, se tiene el coraje, las ideas, la dignidad y unas esperanzas gigantes de cambiar el país.

Artículo El Occidental 12/11/2006

El autoritarismo que se avizora


Jorge Gómez Naredo


México está en grave riesgo de caer en el autoritarismo. Se avizora, se huele, se siente, se nota en ciertas actitudes que han tomado diversos dirigentes del PAN y del PRI. El ejemplo más claro es el de Oaxaca: las llagas producidas por la represión y la intolerancia no pudieron acallarse y produjeron el despertar de un pueblo sumido en la pobreza y la injusticia por largos años. Todo inició, debemos recordar, por una sucia campaña de miedo que le dio el triunfo al sátrapa Ulises Ruiz; después vino el autoritarismo y la caza de opositores, la tortura, la represión y la intolerancia; hasta que el pueblo se hartó y decidió hacerse presente: la APPO nació y hoy en día es un movimiento social paradigmático que ha logrado enfrentarse a uno de los cacicazgos más retrógrados del país.

Pero el caso de Ulises Ruiz no es el único: existen muchos a lo largo de toda la república mexicana. En Jalisco, por ejemplo, el quiosco de la plaza de armas está secuestrado por granaderos del gobierno estatal y policías municipales. No sabemos por qué ni a qué obedece; las autoridades no han dado mucha información al respecto: simplemente lo tomaron y hubo una especie de “privatización”; ya no es de los tapatíos, es de la policía; un nuevo cuartel, pues. No es el único acto autoritario (violatorio del libre tránsito); existen vejaciones, casos de tortura y no debemos olvidar ese aciago 28 de mayo de 2004, cuando el gobierno panista estuvo a la altura de dictaduras como la de Pinochet en Chile o la de Franco en España. Todo con la venia (si no es que por orden) de Francisco Ramírez Acuña; ¿qué podemos esperar si este gris gobernador jalisciense recibe la secretaría de gobernación o a la de seguridad pública, en el gabinete del presidente espurio, Felipe Calderón? No quepa duda: más y más y más autoritarismo.

En Querétaro pasa algo similar; el gobierno de aquella entidad se ha caracterizado por impedir cualquier tipo de protesta o manifestación, al grado de secuestrar a algunos activistas. Es más, en una declaración del jueves pasado, el secretario de gobierno, un tal Alfredo Botello Montes, adujo que no se podía instalar en el zócalo de la capital queretana ninguna carpa ni nada. En la visita próxima del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, a aquella entidad no podrá haber templete ni lonas, pues eso, según las autoridades queretanas, está prohibido. ¿Acaso vivimos en un país donde podemos expresar nuestras ideas y pareceres libremente, donde se nos deja manifestarnos (y con ello fortalecer una democracia)? Por supuesto que no: vivimos en un país rayano en el autoritarismo.

Para llegar a un estado de completo autoritarismo se necesitan dos requisitos: la presencia del ejército en labores de inteligencia en contra de las voces disidentes (aunque sean pacíficas), lo que se conoce como “guerra sucia” y el apoyo y dominio de los medios de comunicación. Ambos requisitos, poco a poco, se están logrando en México. La prensa, salvo honrosas excepciones, ha sido un pilar del fraude electoral y del encubrimiento de la realidad nacional; el ejército, por su parte, día a día se entromete más en trabajos de inteligencia y represión (recordemos que la Policía Federal Preventiva es parte de él). Entonces, ¿qué podemos esperar? No cabe duda que con la llegada (si es que logra tomar posesión) de Felipe Calderón a la presidencia de la república, el autoritarismo tomará forma y cohesión. Por eso, las labores de resistencia civil pacífica deben multiplicarse. Se precisa vencer los autoritarismos regionales y luchar por una prensa objetiva y crítica. Y claro, se necesita de hacer una labor para concienciar a la población y hacerla más tolerante, pues otro de los pilares del autoritarismo es una aprobación tácita de los ciudadanos. No es tarea fácil, pero es, sin duda, digna de ser enarbolada y llevada a cabo.

miércoles, noviembre 08, 2006

Sobre las declaraciones de Calderón

Felipe Calderón ha tomado los “bombazos” como pretexto para aplicar su tan mentada “mano dura”; será, sin duda, la lógica que aplique el espurio, un tipo autoritario y asesino en potencia. No observa los problemas en su esencia, es decir, la desigualdad, la pobreza y la falta de democracia, sino que toma todo a través de un enfoque de “mano dura” y represión (es decir, guerra sucia). Resulta irónico que quien llegó a la presidencia de la república a través de un fraude (si lo dejamos) se conceptúe ahora amigo de las leyes y partidario de respetar el estado de derecho: es una burla, pues si se aplicara la ley, él sería el primero en ser encarcelado. Por eso, debemos organizarnos y, todos los días, repetirnos “NO PASARÁ”. Ni un paso atrás; los días venideros serán difíciles, pero luchando por la democracia, venceremos. ¡Sufragio efectivo, no imposición!

Solidaridad de AMLO con la APPO

Invitación a una nueva concentración el próximo martes 14 de noviembre, en el Hemiciclo a Juárez

El pasado martes 7 de noviembre de 2006, Andrés Manuel López Obrador convocó a un mitin en apoyo a la APPO. Invitó a otra concentración para una semana después, es decir, el próximo martes 14. En este vídeo está la invitación para dicho mitin y unas palabras enérgicas para que renuncie Ulises Ruiz de la gubernatura, desaparezcan los poderes en Oaxaca y la NO se utilice al ejército para reprimir al pueblo mexicano.

López Obrador APPOyando

Este vídeo lo tomé en el mitin del 7 de noviembre de 2006, en el Hemiciclo a Juárez. Fueron las primeras palabras del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, donde indicó el por qué del mitin y se mostró toda la solidaridad al heroico pueblo oaxaqueño. Disculpen lo mal tomado, pero estoy apenas aprendiendo...

martes, noviembre 07, 2006

Mitin de AMLO en solidaridad con la APPO (1)

El 7 de noviembre, pasadas las cinco de la tarde, Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, se presentó en el Hemiciclo a Juárez para apoyar la lucha del heroico pueblo oaxaqueño. Fue emotivo porque mucha gente, para ser martes a las cinco de la tarde (como se citó), asistió. Las consignas ya conocidas del movimiento en favor de la democracia y en contra del fraude del 2 de julio pasado, se mezclaron con las de apoyo a la APPO. Unión de izquierdas, sin duda; oportunidad para que todos nos comuniquemos, nos comprendamos, nos conozcamos, nos entendamos y luchemos – siempre juntos- hasta la victoria.
El mitin-asamblea-concentración me recordó aquellos días del plantón, cuando la gente, cansada, medio abrumada y a veces con los ánimos bajos, se reunía en el zócalo y escuchaba a López Obrador: salía de ahí con energías, sonriente y llena de ganas y esperanzas para continuar, para seguir en la lucha y mantener los ideales. Es todo un proceso muy extraño, una especie de magia cuando AMLO logra tener comunicación con las masas: inyecta energía y da alegría; un líder, pues, no un Mesías o un populista como han querido inocularnos la derecha y sus medios de comunicación, sino un hombre con principios, errores, aciertos, descalabros y defectos, pero también un mexicano con ganas de beneficiar a los sectores más desprotegidos de este país y, eso es, sin duda, una cualidad pocas veces vista en este país donde la simulación y los intereses de unos cuantos parecen ser la lógica que guía la política. Por dichas razones, sin ambages, podemos decir: “es un honor / estar con Obrador”.
A continuación, algunas fotos antes, durante y después del mitin.

Un quiosco de periódicos en avenida Juárez expresa mucha de la indignación existente.


El boicot no se ha olvidado; ellos le apostaron a la falta de memoria del pueblo; nosotros sentimos y vemos todos los días las llagas que no sanan...


A las cuatro y media la gente comenzaba a llegar.


Y todos buscaron su lugar


Una postal desde la resistencia: como diría Sabina en una vieja canción, "ocupen sus localidades"