Artículo El Occidental, 10/03/2008
Conflictos latinoamericanos y
El sábado 1° de marzo Colombia bombardeó territorio ecuatoriano e incursionó en él. El pretexto: darle un duro golpe a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Mató a decenas guerrilleros. No se avisó a las autoridades ecuatorianas del operativo. Es decir, fue una invasión y una violación a la soberanía de Ecuador.
En un primer momento, el gobierno colombiano encabezado por Álvaro Uribe ofreció disculpas, pero las disculpas fueron acompañadas rápidamente de reproches a Rafael Correa, presidente de Ecuador, por supuestos vínculos del gobierno ecuatoriano con las FARC, ya que, adujo el gobierno colombiano, se había encontrado una computadora con documentos que demostraban relaciones entre el grupo guerrillero y los presidentes de Ecuador y Venezuela.
Estos documentos no se han dado a conocer, solamente se han mencionado sus contenidos. Sin embargo, resulta absurdo pensar que en un bombardeo, que mató a decenas de personas, se haya encontrado una computadora sin daño alguno. Los miembros de las FARC, además, no son personas ingenuas, saben que en cualquier momento pueden ser emboscados y dejar en una computadora documentos tan comprometedores resulta una hipótesis bastante pueril.
Después de la incursión colombiana en territorio ecuatoriano, las declaraciones de los países involucrados han subido de tono. Ecuador y Venezuela han roto relaciones diplomáticas con Colombia. Álvaro Uribe ha reaccionado con ira y busca relacionar por todos los medios posibles a Rafael Correa y a Hugo Chávez con las FARC.
El problema de fondo, sin embargo, es la invasión que sufrió Ecuador. Se violó su soberanía y permitir eso significa que no se respetan los acuerdos internacionales y que un país puede, arguyendo cualquier pretexto, invadir a otro. Esto es en demasía peligroso. La mano de Estados Unidos se observa claramente en la invasión colombiana en territorio ecuatoriano, pues los estadounidenses buscan desestabilizar a los gobiernos progresistas de América Latina (en especial a Venezuela) y el gobierno colombiano, encabezado por Álvaro Uribe, funge como punta de lanza.
En México también ha afacetado los suceso acaecidos el pasado 1° de marzo en territorio ecuatoriano. Varios estudiantes de
Pero buena parte de la prensa mexicana ha malinterpretado y manipulado los hechos y se ha atacado a
La intención es clara: desprestigiar a