domingo, marzo 18, 2007

Cosas de la vida...

Camilo Ná
Cuando sufragó por el PAN y depositó –temeroso de la victoria del maligno “peligro para México”– su voto en favor de Felipe Calderón, tenía cincuenta pesos en el bolsillo (sin deber a nadie nada-)y una familia que alimentar. Después de tres meses, al llegar a mitad de quincena, en su cartera solamente tiene 10 pesos (ya debe trescientos) y una familia que alimentar. Ahora piensa lo caro que está la comida, el zapato, el vestido, lo poco que le alcanza con el mísero sueldo que aumentó nada, los malos tratos del patrón y el miedo a enfermarse (“es mejor morir que enfermarse –dice su achacoso padre que no tiene seguro ni seguridad social–, porque muerto uno cuesto menos que enfermo”), pero aún así se dice y se repite y la televisión le indica: “qué bueno que no ganó el loco de López Obrador, nos iba a llevar a la miseria, al endeudamiento, a la crisis”.

Reflexión: Hay quienes jamás entienden que cuando se habla de “jodidos”, “pobres” y “míseros”, se están refiriendo a él, y no al de enfrente. Y cuando se habla de "ganancia de la bolsa mexicana de valores", se piensa en sólo unos cuantos, unos cientos, unos privilegiados que se cuentan en cifras de cuatro números (en un país con más de 100,000,000 -cifra de 12 números- de habitantes)