domingo, marzo 11, 2007

Artículo La Jornada Jalisco 11/03/2007

Nada nuevo en el gobierno panista

Jorge Gómez Naredo


Viajes al extranjero para “vender” a Jalisco como una opción para la inversión mundial; canchas de squash en la Casa Jalisco; gastos de remodelación aquí y allá, acá y acullá; extraños nombramientos de parientes del gobernador en puestos muy bien remunerados y discursos de acercamiento a las masas, por un lado, y de cercanía real con los empresarios, por el otro. Todo se vale en los primeros días de una administración estatal. Todo parece un sueño.


Emilio González Márquez comienza su gestión con un gabinete, según la página electrónica del Gobierno del Estado, conformado por veintidós personas, de las cuales sólo la secretaria del Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable, Martha Ruth del Toro Gaitán y la Contralora del Estado, María del Carmen Mendoza Flores, son mujeres. Sí, tan sólo dos mujeres en un gabinete de veintidós miembros. Eso no impide, por ningún motivo, que González Márquez, en una reunión para celebrar el día internacional de la mujer dijera “pasemos de los discursos a los hechos” para apoyar a las mujeres y para lograr la igualdad de géneros. ¡Eso es congruencia!, no cabe duda.


El titular de la Secretaría de Promoción Económica, Guillermo Martínez Mora, ni tardo ni perezoso anunció próximos viajes al extranjero para “vender Jalisco”, pues “no podemos hablar de que no se va a salir”. Los periplos son una constante en las administraciones municipales, estatales y federales y el pretexto más recurrente es la promoción económica. A veces no importan los logros alcanzados en las giras a varias partes del globo: si se consigue un empleo mal pagado en una visita hecha a una lejana nación (con cargo, por supuesto, al erario), es un éxito y hay que repetir la experiencia. El proyecto de país enarbolado por el PAN (en todos los niveles de gobierno) contempla el rescate de México desde afuera y no desde adentro. El fortalecimiento del mercado interno y el establecimiento de políticas económicas para consolidar al empresariado mexicano más desprotegido no son tan importantes como hacerse de las migajas de los “grandes capitales”. Por eso Martínez Mora repite: “no nos podemos quedar encerrados”.


La nueva administración estatal está realizando “mejoras” a la Casa Jalisco, pues no es bueno, ni ético ni digno, no remodelar ni dar una manita de gato a lo que dejó el anterior mandatario de gris recuerdo. Hay que dar un toque diferente al lugar que se habitará los próximos seis años y, claro, tener estilo propio. Por eso se ha iniciado la construcción de una cancha de squash, aunque ésta se niegue y se aduzca que todas las “mejoras” son en áreas “administrativas” y que terminadas “se invitará a los medios de comunicación para que conozcan las obras realizadas y, a través de esto, los ciudadanos estén informados”.


El nepotismo es uno de los graves vicios que se tienen en México: “entró ahí porque es hermano de...”. Quizá sea legal, en algunos casos, pero jamás va a ser ético. Varios parientes de González Márquez están en la nómina del Estado y sus organismos dependientes. No es lo mismo ser “hermano del gobernador” que cualquier persona que tiene sólo sus cualidades profesionales como carta de presentación. Parecería que, en este aspecto, los gobiernos panistas parecen una agencia de colocación donde no hay ni tapujos ni remordimientos de conciencia, sino simples beneficios económicos para el ganador de la “democracia”.


La propaganda televisiva y radiofónica para “anunciar” a los ciudadanos que hay nuevo gobernador parece el inicio de la campaña presidencial de González Márquez. Se le ve entre la población, subiéndose a un camión urbano, intercambiando saludos y abrazos y también pronunciando el discurso de toma de posesión, en el que dijo que se “jugaría la vida” por el bien de los jaliscienses. Propaganda muy al estilo foxista que tantos resultados le dio al guanajuatense. ¿Por qué gobernar a través de las pantallas de televisión?, ¿por qué tanta propaganda?, ¿qué se busca?, ¿acaso colocarse en la mejor posición para, en un futuro, ser el posible candidato panista a la presidencia?, ¿acaso González Márquez ya comienza a soñar con la grande?


El nuevo gobierno panista parece que no cambiará el estado de cosas en Jalisco. Si bien es cierto ha tendido lazos con instituciones marginadas en las anteriores administraciones (como la Universidad de Guadalajara), no se observan cambios fundamentales. Continuará la frivolidad, los gastos excesivos e innecesarios, la falta de sensibilidad con el pueblo, con los pobres. Pero eso sí, se montará un estrategia propagandística de gran envergadura. Nada cambiará a nivel estructural, los siempre beneficiados seguirán siendo beneficiados y los siempre oprimidos continuarán igual (aunque en los discursos y en las pantallas de televisión se diga lo contrario); delincuentes tan conspicuos como Francisco Ramírez Acuña seguirán libres y la corrupción y la falta de una nueva política para Jalisco continuarán. Se votó por la derecha, ¿qué se puede pedir?