miércoles, marzo 21, 2007

Sobre el calor y Guadalajara

Camilo Ná
Hace calor, sí, mucho calor: en la playa habría más sol, pero también agua y mujeres muy bien formadas con muy pocas ropas; y también habría arena, descanso y cervezas que se calientan rápidamente y que, por ende, se deben tomar a gran velocidad. Pero hace calor y no hay playa ni albercas ni mujeres con pocas ropas ni nada de nada, solamente concreto y unos camiones que expulsan hacia arriba un gas negro negro negro. Y también hay edificios donde gente muy bien vestida sube y se siente y se pone enfrente de una pantalla y trabaja en no sé qué. Nunca me ha gustado meterme en la vida de los demás, no, jamás, aunque algunas personas buscan introducirse en la mía.

El caso es que hay sol, mucho sol, y ruido de ciudad con gente que viene y va sudorosa. El calor, dicen los que saben, se ha incrementado por el calentamiento global de la tierra. Yo no soy experto en esos temas pero, seguramente, algo tendrán de razón. Hasta un ex-candidato estadounidense metido en esos temas y, junto con un multimillonario, ofrecieron un premio para revertir ese proceso producido por el hombre. A mí me importa el asunto, pero a mi vecina no, ni tampoco a quien vive a dos cuadras de aquí. Los habitantes de esta ciudad se interesan poco por los temas profundos, esenciales y de gran importancia para el bienestar de las mayorías. Como que se les murió algo y ya no lo han podido revivir, y en cambio, lo enterraron muy hondo y nada de él hay, ni recuerdos ni vivencias ni nada. Por eso salgo a la calle y la gente mira indiferente a los pobres, y todos van pensando en cómo sacar dinero lo más pronto posible para comprar una tele o un DVD o quizá el último aparatejo de la tecnología. Y a nadie le importa que como representantes en la cámara de diputados tengamos a un montón de inútiles ni tampoco prestan interés a los excesos del anterior gobernador ni a los del nuevo. Nada les importante, y les molestan las manifestaciones y que alguna persona un día decida decir no. Sí, eso les molesta y mucho. Ellos creen que el progreso es lo único que importa y se miran como hombres de futuro, y siguen votando por el partido de blanco y azul. Y eso, sin duda, me molesta a mí, y me molesta mucho. Pero, ¿qué hacer?

Notas desde una ciudad que se llama Guadalajara y está en México