martes, febrero 13, 2007

Artículo La Jornada Jalisco 11/02/2007

La izquierda electoral en la encrucijada

Jorge Gómez Naredo
Si se busca en la sección “Biografías” de la página electrónica del Partido Acción Nacional, se encontrará la de Ana Rosa Payán Cervera. Aparece una fotografía de la ex-panista con un púdico vestido violeta, sentada en una silla de herrería; de fondo, un jardín grande, con flores, árboles y, muy al final, unas vidrieras de una casa que, según la apariencia, alberga muchos lujos. Se dice de Ana Rosa: “es hija de Alfonso Payán Flores y Aurora Cervera de Payán. Estudió Contaduría Pública”, ingresando al PAN en junio de 1983. Después vienen los muchos puestos de Payán en el Comité Directivo Estatal del PAN yucateco: Secretaría de Promoción Política de la Mujer, de Actas y Acuerdos y presidenta. Asimismo se enumeran los cargos en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN): coordinadora de la campaña a la presidencia del CEN de Luis Felipe Bravo Mena, enlace entre el CEN y el equipo de transición de Vicente Fox en 2000, Secretaría de Acción gubernamental y varios empleos más. Se continúa con los “cargos públicos desempeñados”: diputada federal, presidente municipal de Mérida (en dos ocasiones), Directora Nacional del DIF bajo el gobierno de Vicente Fox, diputada local plurinominal en Yucatán y senadora. ¿Cuáles son, pues, los méritos que el PRD ve en Ana Rosa Payán para otorgarle la candidatura al gobierno de Yucatán?

Cuando fue directora del DIF, Payán Cervera se declaró en contra del aborto. En una declaración atrabancada, argumentó: “si una mujer puede abortar, ¿por qué no mata a los hijos vivos, pues les puede pegar un tiro y ya?” Muchas críticas recibió por su acendrado catolicismo y su intolerancia, por no analizar los conflictos desde una perspectiva más amplia y por cerrar el camino a discusiones como la posibilidad de legalizar el aborto en México. ¿Qué vio el PRD en ella?

En México el PRD, se supone, representa una izquierda. No es la única, hay muchas otras y son distintas en sus métodos y objetivos: ahí está el EZLN (aunque Marcos parezca, muchas veces, aliado de la derecha), las Organizaciones No Gubernamentales, la APPO, los macheteros de San Salvador Atenco, millones de ciudadanos en torno a la Convención Nacional Democrática y al gobierno legítimo encabezado por López Obrador; ahí están miles de hombres que, silenciosos, buscan y piensan en cambiar el país, en hacerlo más justo e igualitario, que tienen esperanzas para, por fin, un día vencer a la derecha irracional encabezada por Felipe Calderón. Hay muchas izquierdas, unas se unen, otras se separan, unas van por la vía pacífica, otras se están organizando por la armada. La pregunta ahora es simple, ¿por qué un partido de izquierda postula a una derechista como Ana Rosa Payán a la gubernatura de un estado?

En las anteriores elecciones federales el PRD tuvo un avance electoral impresionante. El logro no se debió al partido, sino al fenómeno López Obrador, a un líder carismático que logró despertar la esperanza de un futuro mejor en millones de ciudadanos. Este movimiento social se ha separado del sol azteca y tiene una lógica distinta. El PRD, por su parte, ha caído en el oportunismo y la mediocridad, y ello lo representa muy bien la posible postulación de Ana Rosa Payán al gobierno de Yucatán. El partido no ha querido entender que sin un trabajo de base, su viabilidad política no es halagüeña. ¿Hasta cuándo se darán cuenta el comité ejecutivo federal y los estatales del PRD que sin acercarse a la población, sin hacer trabajo de base, será muy difícil conquistar un mayor número de cargos de representación popular? Un partido de izquierda precisa llegar a la ciudadanía que no está de acuerdo con la política que se sigue, que carece de lo más indispensable, que sufre por la pobreza y la discriminación, por el racismo y la desigualdad. Hacerlo representa el verdadero reto de la izquierda electoral, pero eso no se puede hacer postulando, de manera oportunista, a panistas resentidos recién salidos o expulsados.

En México se necesita un partido de izquierda comprometido con los mexicanos que viven en la pobreza. Se precisan líderes congruentes, capaces de iniciar una transformación en el país. El PRD no puede seguir la lógica de recolectar todo lo que se expulsa en el PRI o el PAN. Si bien esta táctica funcionó en algunos casos, no se le puede apostar siempre, porque lo importante es el trabajo de base, llegar a la gente, convencer, politizar y concientizar a la población. Sin ello, el PRD continuará a la deriva, solamente rescatado por la fuerza y el empuje de un movimiento social coyuntural encabezado por López Obrador. Si se postula a Ana Rosa Payán quizá se obtenga un buen número de votos en Yucatán, pero se dejarán en el camino los restos de lo que pudo haber sido un partido de izquierda representativo para los mexicanos; se dejarán tirados, como muchas otras veces, pedazos de dignidad.