martes, octubre 31, 2006

El apoyo a la APPO: marcha del 31 de octubre en Guadalajara.

La marcha de hoy 31 de octubre en apoyo al heroico pueblo de Oaxaca, en Guadalajara, fue todo un éxito. En una ciudad acostumbrada al letargo, la indiferencia y la apatía, una manifestación como la de hoy puede ser considerada de multitudinaria. El contingente salió de la normal; al llegar a la calle San Felipe (con un contingente mucho mayor que el inicial), se dirigió al cuartel de la V zona militar, para ahí hacer un pequeño mitin y gritar: “Oaxaca no es cuartel, fuera ejército de él”; no faltaron los gritos de “asesinos”. Después la ruta prosiguió hacia el palacio de gobierno. Ahí hubo otro mitin.




* Fox burlándose de la democracia.


* La manifestación comienza.


* Y los católicos..., también se unen


* No podía faltar el talento para manifestarse: un carro con tres perritos, todos lopezobradoristas, todos felices, todos alzando la voz.

Cuando se terminó, mujeres cargando un ataúd quisieron ingresar al kiosco, resguardado por los más gorilas de los gorilas: la policía local. Una veintena de granaderos antimotines del ayuntamiento de Guadalajara y del gobierno del estado impidieron el paso (violentando el estado de derecho y el libre tránsito) a las mujeres manifestantes. Hubo una conato de violencia y aventones a quien osara (vaya pecado, seguramente Sandoval Íñiguez estaría rezando un rosario por la falta de respeto a la autoridad y a las instituciones) ingresar al pequeño kiosco (que es del pueblo y de nadie más). El caso es que entre empellones no se pudo pasar. Los antimotines, con uso de violencia y de aventones, no permitieron el paso a los pacíficos manifestantes.

* El cuartel de la V zona militar: arte, performance, indignación, talento..., todo de manera pacífica.

* Ya enfrente de palacio de gobierno eran muchos, demasiado, un chingo para ser Guadalajara.


* Gente que protesta, aunque a Ramírez Acuña las movilizaciones sociales le produzcan vómito y temblor en las manos..., es decir, miedo.


* Sin palabras: demasiado elocuente


La actitud de los policías muestra, una vez más, que los gobiernos panista de Guadalajara y el encabezado por el represor Francisco Ramírez Acuña, son intolerantes y que ellos son los primeros en violentar el estado de derecho, ése mismo que en los discursos alaban. Sin embargo, pese a que no se pudo ingresar al kiosco (recuperarlo para el pueblo), el sabor era a victoria: sí, victoria de hacer una manifestación de grandes dimensiones para una ciudad y un estado acostumbrados a ver programas chafas y desmovilizadores en la televisión, en lugar de salir a la calle. Por eso, vamos bien, y claro, no se dará ni un paso atrás.


Como últimamente ha sido el común, las izquierdas y los diversos movimientos sociales se han unido. En Guadalajara la mayoría de los manifestantes apoya a López Obrador: se notaba. Pero también había algunos de La Otra Campaña y ciudadanos sin adhesión partidista: cada día se tienen más vínculos comunicantes entre los diversos alzamientos de voces. Oaxaca ha unido a los que disienten de la derecha recalcitrante del PAN y del PRI. Los oaxaqueños nos han enseñado que se puede vencer, que la represión se debe responder pacíficamente con la organización y el tesón de no dejar, por ningún motivo, que las demandas justas del pueblo se vengan abajo: nos han mostrado un corazón pletórico de dignidad y entusiasmo, de ideales. Nuestra admiración al heroico pueblo de Oaxaca.

* Y los intolerantes: ¡El kiosco de la plaza de armas es del pueblo! ¡Fuera granaderos de él!



* Los intolerantes, ¿qué daño hace un ataúd en un kiosco? Nada. Pero ahí están los gorilas granaderos (que no están capacitados en ningún aspecto para manifestaciones) mostrándose prepotentes y agresivos. Son las órdenes del gran jefe: el gris Ramírez Acuña.