jueves, octubre 26, 2006

El agresivo Felipe Calderón: señal de miedo

Las declaraciones de Felipe Calderón, en las cuales preconiza la “mano dura”, el “respeto al estado de derecho” y el “orden”, son la característica de la derecha (panista) que se ha adueñado del poder en México y no quiere dejarlo. Es hipócrita, no cabe duda, porque el orden, el estado de derecho y la tan maleable y retadora “mano dura” son conceptos que no entienden ni respetan. Felipe Calderón no sabe gobernar, no tiene las capacidades, la sapiencia ni la experiencia para ello. ¿Y qué hace alguien así? Reprimir. Esa será la tónica si logra tomar posesión. Sin embargo, es un arma de doble filo. En principio, no tiene legitimidad para ello, carece de apoyo (¿alguien ha visto una manifestación a su favor?) y, su dizque triunfo en las elecciones del 2 de julio, fue y es un efecto mediático-gubernamental. Tiene miedo y cuando una persona timorata llega a un puesto (que habría que ver si llega) como la presidencia, los miedos se transforman en mando dura, en crear un ambiente de calma, de “me respetan o me los chingo”. Por eso, debemos impedir que tome protesta y, si lo hace, no debemos dejar que gobierne en nombre de un pueblo que no lo eligió: eso no es democracia. ¿Cómo aguantaremos a un pelele que habla en nombre de la democracia cuando sabemos hizo un fraude y durante la campaña enconó a los mexicanos? No podemos permitírselo. La Convención Nacional Democrática tendrá sus errores, sus aciertos y sus defectos, pero es lo que tenemos contra la derecha y contra quien la representa. ¡Sufragio efectivo, no imposición!